No ha habido banda internacional en la historia del rock que haya perdurado inquebrantable desde sus orígenes como The Rolling Stones. Ni siquiera los míticos The Beatles, que también causaron furor desde su aparición en los años 60 con John Lennon y Paul McCartney sobresaliendo en el grupo, pudieron mantener incólume la vigencia del grupo. Es verdad que fueron diversas las circunstancias, pero lo que buscamos relievar es que, aun con ellas presentes, The Rolling Stones han permanecido unidos desde su fundación en 1962. Los legendarios Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Ron Wood han venido a Sudamérica y por supuesto al Perú, causando delirio entre sus fanáticos. Aparecieron en plena Guerra Fría y marcaron una época en Gran Bretaña -las grandes bandas de la historia contemporánea han sido inglesas-, en Europa y en el mundo. Fueron invitados a mostrar su arte musical en cuanto lugar del planeta fuera posible. Se plegaron, como muchos otros grupos de rock en el mundo, a la etapa de las grandes protestas que imperó internacionalmente en los años setenta. Fueron contemporáneos del célebre Elvis Presley, afamado cantante y actor estadounidense, y de la desaparecida banda de rock inglesa Queen, con Freddie Mercury a la cabeza. Todos los que he referido, que marcaron época y dejaron huella en la historia musical internacional, han ido desapareciendo por diversas razones; en cambio, The Rolling Stones han mantenido la banda intacta. Vieron el final de la referida Guerra Fría y son testigos presenciales de la era de la globalización, la misma que hace posible que ayer enloquecieran Lima. Larga vida para ellos.