La empresa minera Southern Cooper Corporation ha anunciado que desde ayer el inició trabajos previos para la posterior explotación del proyecto minero Tía María, en la provincia de Islay, región Arequipa, al considerar que las condiciones políticas y sociales están dadas, esto a cinco años de haber obtenido todos los permisos que exigen las leyes peruanas para tal fin.

Ante esta decisión, al Estado peruano solo le queda apoyar en vista de que las exigencias han sido cumplidas por la compañía que en el pasado no ha podido operar especialmente por la conflictividad que genera en la zona este proyecto que implica una inversión de al menos mil 400 millones de dólares, con el consecuente beneficio para la zona de influencia y la región en su totalidad.

De otro lado, es de esperarse que personajes de la política disfrazados de “ambientalistas”, esos que solo cuestionan a la minería formal, pero no a la ilegal que contamina, evade tributos y fomenta la explotación sexual como sucede en Puno y Madre de Dios, no aprovechen esta decisión de Southern para buscar figuración y luego votos. Todos sabemos muy bién quiénes son.

El Perú necesita crecer con inversión formal y que cumple las exigencias que pone el Estado como condición para las inversiones, y no puede verse afectado por acciones violentas provocadas por políticos que ya tienen en su haber el haber frustrado millonarias inversiones que no hacen más que acentuar la pobreza, esa que les conviene mantener vigente para tratar de ganar réditos electoreros.