GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

En la campaña “Los hombres por la igualdad”, que nos llevó el miércoles último a ver a generales y a coroneles del Ejército del Perú vestidos con mandiles rosados, todo ha salido mal. No se trata de ser conservadores ni cavernarios para sostener que se ha incurrido en una tremenda metida de pata. Es evidente que existe una gran necesidad de luchar contra el machismo y de promover la muy necesaria igualdad entre hombres y mujeres; pero esa no es la forma.

En primer lugar, parece patético que el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables considere que un mandil rosado es símbolo de lo femenino. Creo que no puede haber nada más machista y a favor del estereotipo que ello. ¿Las mujeres del Perú son representadas por un delantal de cocina? ¿Eso promueve el sector a cargo de Gloria Montenegro? ¿Una prenda que se usa para ponerse delante de ollas y cucharones es el símbolo que engloba a las damas peruanas?

De otro lado, vestir a generales y a coroneles con estas prendas -que para la ministra Montenegro son “femeninas”- no ayuda en nada a la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. Más bien, se pone en ridículo a soldados que por reglamento están obligados a respetar sus prendas militares. Acá no se trata de ser machistas ni retrógrados. Se trata de acatar las normas internas de las instituciones castrenses, que no pueden ser violentadas por campañas, por más nobles y necesarias que sean.

Finalmente, imagino que a estas alturas -como me lo hace ver un indignado amigo marino-, en el penal Virgen de las Mercedes de Chorrillos, Antauro Humala debe estar matándose de la risa, ya que la campaña de la ministra Montenegro y la actitud de los oficiales que no supieron decir “no” cuando debieron hacerlo le han dado insumos para dirigirse a los mandos medios, a la tropa y a los reservistas, a fin de llenarles la cabeza y ponerlos en contra de sus generales vestidos de mandil rosado delante de un óleo de Francisco Bolognesi.

Todo ha salido mal. Nadie ha ganado con esto. Si el Ministerio de la señora Montenegro va a realizar campañas en contra del machismo, existen mejores formas de hacerlo. Para eso se paga a funcionarios, empleados y consultores a cargo de elaborar propuestas que no estén cargadas de estereotipos, ni expongan al ridículo y a la payasada a las instituciones militares que tanto hacen por el Perú, incluso a costa de la muy valiosa vida de sus integrantes.

TAGS RELACIONADOS