Los ciudadanos debemos estar vigilantes a las medidas que en adelante tome el presidente Manuel Merino de Lama, quien estuvo a cargo de un Congreso famoso por aprobar medidas irresponsables, demagógicas y populistas. Sería trágico que estas taras tan fértiles en estos tiempos de crisis y elecciones, pasen de la Plaza Bolívar a la Plaza de Armas, y que con eso nuestra economía termine más afectada de lo que ya está desde el inicio de la pandemia.
En ese sentido, será muy importante conocer quiénes serán el presidente del Consejo de Ministros y en especial el titular de la cartera de Economía y Finanzas. Hasta el cierre de esta columna, los nombres de los miembros del gabinete eran una incógnita. Sería de terror tener en estos cargos a personajes proclives al manejo irresponsable de la Caja Fiscal y que den prioridad al aplauso fácil, más aún cuando existen muchas necesidades en la población.
Algo que tampoco se puede permitir es que el flamante gobierno entre al camino de la “devolución de favores” luego de la vacancia de Martín Vizcarra con 105 votos a favor. Sería inaceptable, por ejemplo, que al menos se insinúe darle el indulto al asesino Antauro Humala, quien desde la cárcel donde cumple condena por el crimen de cuatro policías en enero de 2005, fue uno de los impulsores de la destitución del anterior presidente a través de su bancada.
Sería un error llevar al equipo de gobierno a miembros del actual Congreso, que es muy mal visto por la mayoría de peruanos, y con justa razón. Es positivo que de momento algunos parlamentarios hayan salido a decir que ni ellos ni sus agrupaciones políticas serán parte del Poder Ejecutivo. No puede haber el menor indicio de que acá habrá un “hoy por ti, mañana por mí”, y que se piense que los votos a favor de la vacancia fueron a cambio de un fajín.
La ciudadanía tiene la inmensa obligación de estar muy vigilante frente a quienes han asumido las riendas del país en medio de una gran crisis sanitaria que, aunque ya no suene tanto, sigue cobrando vidas todos los días. Hay motivos para la desconfianza. Luego de tantos fiascos, sería un error no tenerla. De igual forma, estemos atentos con el calendario del proceso electoral ya convocado el cual, bajo ninguna circunstancia, puede ser alterado. Mucho ojo.