El gobierno de Dina Boluarte parece empeñado en destruir las pocas cosas que funcionaban bien porque, precisamente, no estaban a su cargo.

La última genialidad que se le ocurrió al titular del Ministerio de Salud, César Vásquez Sánchez, quien ha decidido que la entidad que temporalmente encabeza será la encargada de realizar el examen para distribuir las plazas del Servicio Rural y Urbano Marginal de Salud (Serums).

Pero esta no es la primera acometida de Vásquez Sánchez, médico de profesión, para precarizar el servicio de salud que atiende a los peruanos más pobres del país.

Previamente había autorizado que, de manera excepcional, los profesionales de la salud que no aprobaron el Examen Nacional de Medicina (ENAM), organizado por las facultades de medicina del país, iban a poder realizar el Serums pese a que, desde el 2016, es un requisito para acceder al servicio.

Obviamente, el Minsa está enfilando toda su batería mediática para decir que el nuevo examen será mejor que el de las universidades, pero cabe preguntarnos si una entidad que no puede comprar medicinas ni mantener hospitales podrá realizar de manera optima una prueba de tal magnitud que permitirá enviar médicos cirujanos, enfermeros, obstetrices, odontólogos, psicólogos, químicos farmacéuticos y nutricionistas a lugares del país que no los tienen.