César Álvarez, Gerardo Viñas, Klever Meléndez, Vladimir Cerrón, Jorge Acurio, César Villanueva, Yván Vásquez, Waldo Ríos, Enrique Vargas Barrenechea, Elías Segovia, Félix Moreno, Alexander Kouri, José Luis Aguirre, Jorge Velásquez, Walter Aduviri y otros son personajes que ocuparon gobiernos regionales y enfrentan problemas con la justicia al ser sentenciados por incurrir delitos como: colusión simple, colusión agravada, asociación ilícita para delinquir, malversación, enriquecimiento ilícito y otros que se resumen en: corrupción.

Esta situación, como señala Iván Lanegra, secretario de Transparencia, de tener tantos gobernadores procesados o sentenciados es un síntoma de la manera de hacer política en el Perú…y contribuye al desprestigio del nivel regional de gobierno.

El desprestigio alcanzado en gestiones regionales es resultado de tanto improvisado personaje que llega al cargo, donde prima el carisma popular antes de preparación y vocación de servicio para su colectividad, algo que falta en estos momentos.

La reciente detención del prófugo exgobernador de Cajamarca, Gregorio Santos, es reflejo de la gestión corrupta que encabezó, convirtiendo a su región en la más pobre pese a ingentes recursos con que cuenta. Primo su interés personal para crear una figura de barro y buscar convertirse en el abanderado de una izquierda que camina sin rumbo hace varios años. Hoy Santos pagará sus actos de corrupción con 19 años de prisión, la sentencia más larga dictada por la justicia en contra de una autoridad regional.

La suerte del exgobernante de Cajamarca parece repetirse con otros que están en el poder, pues varios van por ese mal ejemplo y duele que se cumpla esa frase tan dura: cada pueblo tiene el gobierno que se merece.  ¿Cuántos más terminarán en prisión? Solo el tiempo nos dirá.