Un peligro público

El ineficiente gobernador de Arequipa, Elmer Cáceres Llica, se ha convertido en un gran peligro para la salud de la gente que cometió el gran error de elegirlo en octubre de 2018. No solo ha demostrado su inmensa incapacidad para hacer frente a la pandemia de COVID-19, lo que motivó la intervención del Ministerio de Salud, sino que ahora sale públicamente a recomendar el consumo de sustancias nocivas y determinado tipo de carne para, supuestamente, curarse de la enfermedad.

Días atrás este “experto en salud pública” estuvo promoviendo, de manera más que irresponsable, el consumo de dióxido de cloro para tratar los contagios pese a que no existe evidencia alguna al respeto. Todo lo contrario. Se ha dicho una y otra vez que es peligroso considerar a ese producto altamente tóxico como una medicina ante el coronavirus. Incluso Cáceres Llica sostuvo que la Coca Cola era más riesgosa y que nadie la había prohibido.

Pero la cosa no ha quedado en el mal manejo de la crisis en la región Arequipa y en el dióxido de cloro. En miércoles último, en una visita a Condesuyos, el gobernador recomendó el consumo de carne de llama y vicuña, ya que estaba “científicamente comprobado” que era capaz de combatir al COVID-19. ¿De dónde ha salido este señor?, ¿no hay forma de frenar este tipo de irresponsabilidades que podrían costar vidas? Es un peligro público.

Lo anecdótico de las palabras que dio en Condesuyo tuvo que ver con la vacuna contra el coronavirus anunciada por Rusia. Cáceres Llica dijo que había mandado una carta al “compañero” Vladimir Putin para que le “regale o venda” dosis de su producto. En fin, qué se puede esperar de este personaje que es efecto de la irresponsabilidad y ligereza con que muchos peruanos suelen elegir a sus autoridades, incluso aquellas que deben velar por su vida y la de sus familias.

El daño está hecho al haber puesto a Cáceres Llica como autoridad, cuyas ineficiencias ya eran notorias desde antes de la emergencia sanitaria. Solo queda a los arequipeños soportar a este señor y, sobre todo, no hacer caso a sus recomendaciones de salud. Es necesario acatar solo lo que digan médicos y expertos, y no un personaje que con sus “recetas” podría afectar la vida y la salud en esta región que están siendo especialmente golpeada por una tragedia.