Ayer por la mañana, los peruanos y en especial los cientos de turistas nacionales y extranjeros que se quedaron varados en diversos aeropuertos del país, han probado las “mieles” de la ineptitud del gobierno del presidente Pedro Castillo, que hace dos semanas declaró procedente, a través del Ministerio de Trabajo y Promoción de Empleo, una huelga de controladores aéreos que por varias horas paralizó las salidas y llegadas de aeronaves en pleno inicio del feriado largo de Semana Santa.
Esta semana que termina no solo tuvimos el desastre de la Superintendencia de Migraciones que impidió la normal entrega de pasaportes y generó inmensas colas, sino que ayer jueves, desde las primeras horas del día, decenas de operaciones aéreas comerciales tuvieron que suspenderse por la huelga de los mencionados trabajadores de la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (Corpac), la cual fue levantada recién a las 11 de la mañana.
Huelgas puede haber muchas, y de hecho las hemos tenido en el pasado. Lo graves es que aquella que ayer afectó a cientos de viajeros con boletos y reservas turísticas ya hechas, tuvo la luz verde del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) a pesar de tratarse de un servicio esencial, todo esto sin que el Estado haya sido capaz de garantizar que no se afectarían las operaciones aeroportuarias a través de grupos de controladores de emergencia.
Habría que ver qué dice al respecto la ministra de Trabajo, Betssy Chávez, quien hace pocos días en Huancayo se mandó un discurso de plazuela muy propio del gobierno precario al que pertenece. Esta funcionaria ha resultado muy buena para la arenga demagógica y la politiquería barata, tan buena como para dejar varados en aeropuertos a peruanos y extranjeros que vienen a dejar la plata que mueve al sector turismo, que trata de recuperarse tras las restricciones de la descomunal pandemia.
La huelga de los controladores aéreos que tenía el visto bueno de la gestión de la ministra Chávez fue levantada ayer a media mañana, pero ya el daño estaba hecho, todo esto mientras el ministro de Transportes y Comunicaciones (MTC), Nicolás Bustamante, declaraba en la puerta de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y demostraba que estaba realmente en la calle, pues ni sabía los detalles de la paralización ocurrida en Corpac, que pertenece a su sector. ¡Qué tales ministros!