Ayer los peruanos hemos sido nuevamente testigos de un acto salvaje que muestra el grado de crueldad con que opera hoy el hampa en el Perú: el asesinato de un empresario del rubro del transporte que minutos antes fue secuestrado en Ate por delincuentes que lo estaban llevando a una guarida en Santa Anita para desde allí exigir el rescate a los familiares, que han dicho que la víctima venía siendo víctima de extorsionadores.
Las cámaras de seguridad de la calle Sol de Oro muestran con crudeza cómo el empresario Machiavelli Laura Lume es baleado sin piedad por uno de sus secuestradores cuando era llevado al escondite donde luego fueron arrestadas cuatro personas. Las primeras informaciones dadas por la Policía Nacional, señalan que los miembros de esta banda de asesinos que de desplazaban en un auto negro, serían de nacionalidad venezolana.
Acá una cruel muestra de que los extorsionadores que operan en el país, no entran en juegos y que sí están dispuestos a secuestrar y eventualmente asesinar a quienes no les entregan el dinero que exigen. Sin embargo, seguimos sin un plan integral para erradicar a estos monstruos que con toda seguridad deben vivir muy tranquilos sabiendo que el Estado solo sabe disponer estados de emergencia que no sirven de nada.
Las cámaras de seguridad del lugar donde ocurrió este crimen muestran con total claridad los rostros de los criminales y lo más probable es que en las próximas horas estos engendros venezolanos sean detenidos. Sin embargo, lo que pase con ellos en el Ministerio Público es un misterio, pues con los fiscales que tenemos no sería raro que en una semana estén libres como sucedió con los que cayeron en el llamado “Búnker de Pachacamac”.
La violencia se ha desbordado mientras algunos siguen en discusiones teóricas sobre si esto es delincuencia común, “terrorismo urbano” o cualquier otra cosa, y sin son suficientes las leyes que tenemos. Hacen recordar a los inicios de los años 80, cuando por andar “analizando” si los senderistas eran “abigeos”, “guerrilleros” o “agentes del castrismo”, se dejó de actuar con prontitud y casi permitimos que nos pasan por encima y nos incendien el país.