Por estos días en que el candidato presidencial Pedro Castillo ha puesto por delante al mendocista Pedro Francke para tratar de dar una imagen de “moderación” alejada del apocalíptico plan de gobierno de su mentor Vladimir Cerrón, sería bueno saber si en caso de ganar las elecciones, mantendrá en pie su propuesta de campaña de indultar y dejar en libertad al asesino de policías Antauro Humala, quien deberá cumplir su condena recién en enero del 2024.

Lo señalo porque antes de las elecciones, Castillo dijo al menos un par de veces que el responsable de la toma de la comisaría de Andahuaylas y la muerte de cuatro agentes en medio de una violenta asonada contra un gobierno democrático, sería dejado en libertad “por exceso de carcelería”, algo que hasta ahora ningún abogado logra descifrar. ¿En qué ha que ha quedado esto? ¿El cabecilla del “etnocacerismo” ya puede ir soñando con la excarcelación ofrecida por el profesor?

Cómo habrá entusiasmado el ofrecimiento de indulto a Humala, que a los pocos días envió una carta a Castillo desde el penal de Piedras Gordas, agradeciéndole su intención y ofreciéndose a ser el nuevo comandante general del Ejército de un eventual gobierno marxista-leninista de Perú Libre, para lo cual el hoy recluso tendría que ser reincorporado a dicha institución, de la que salió a fines de los años 90 con el grado de mayor. Todo esto fue narrado en la misiva que publicamos en Correo.

Esto que parece un relato surrealista, ha sido propuesto durante su campaña por el propio Castillo, quien en los próximos días podría ser proclamado como el futuro presidente del país, el gobernante del bicentenario, así que los peruanos tenemos derecho a saber si en un eventual gobierno comunista, vamos a ver en libertad al asesino de Humala, el hombre que maneja un grupo de reservistas que por estos días han mostrado su cercanía al profesor.

Sería bueno que en los próximos días Francke, Horacio Ceballos, Dina Boluarte, Verónika Mendoza –voceada como la futura premier– o alguno de los voceros del profesor Castillo, famoso por no dar cara a los medios, aclare al país si el “etnocacerista” sería dejado en libertad a través de un indulto presidencial, tal como se ofreció en campaña, o si sus palabras fueron “sacadas de contexto”, que es lo que suelen decir cada vez que tratan de disimular alguna barbaridad dicha por el aún candidato.