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A pesar que la mayoría de pasajeros dormía, sintieron claramente que el bus daba una especie de “salto” por ello su alarma fue inmediata, pero cuando vieron que una de las llantas estaba colgada al lado de un abismo y el riesgo de que la unidad caiga al barranco era grande, casi todos entraron en pánico.

Veinticinco ocupantes del bus de la empresa Señor de Ataco salvaron de morir, pero vivieron una noche de tensión, luego que el vehículo de placa COK-967, marca Internacional, casi termina al fondo de un precipicio de más de 200 metros de profundidad, exactamente en el kilómetro 8 de la carretera Churcampa - Huancayo, en el desvío hacia Locroja

NO CONOCÍA RUTA. Según declaraciones que el chofer del bus, de nombre Ángel Josué Astete Villanueva (28), brindó a la Policía, era la primera vez que realizaba ese recorrido, por ello cuando observó un panel informativo que decía Ayacucho - Locroja, sufrió una confusión y optó por retroceder la unidad, (justo en una curva), pero la llanta posterior izquierda sufrió un atollamiento y cuando el chofer quiso acelerar el suelo fue cediendo y el bus estuvo a punto de volcar.

Efectivos policiales que acudieron al lugar y observaron en que condiciones había quedado la unidad, solicitaron ayuda a la Municipalidad Provincial de Churcampa, a fin de que apoyen con un vehículo para remolcar el bus interprovincial y sacarlo del atolladero.

Mientras todo ello ocurría la impaciencia y preocupación de los pasajeros que quedaron varados era creciente.

Luego de varios minutos de labor, por fin los custodios lograron su cometido y el medio de transporte estabilizado, condujo hasta Churcampa a los 25 viajeros que resultaron ilesos.

MOLESTIA. Consultados al respecto, varios pasajeros mostraron su rechazo hacía la empresa “Señor de Ataco” pues dijeron que debería contratar conductores experimentados y que conozcan la ruta y no exponer sus vidas con choferes que no conocen el recorrido y que causen accidentes como el ocurrido u otros, incluso con consecuencias fatales.