A un año de la muerte de Jefferson Farfán
A un año de la muerte de Jefferson Farfán

Heridas sin cicatrizar. Hoy se cumple un año de la muerte de Jefferson Farfán Mendoza, quien fue asesinado de la manera más horrenda por dos de sus compañeros de colegio, de 14 y 16 años de edad. Este hecho conmocionó a todo Cusco y puso los pelos de punta a las autoridades, funcionarios de Educación y población en general, pues se trataba de menores de edad que, sin temor alguno y sin la más mínima compasión, le propinaron 23 puñaladas en el cuerpo y un corte perfecto en la yugular, que le segó la vida a Jefferson.

HECHOS. Era la tarde de un 28 de noviembre del 2012, el motivo desarrollar un trabajo grupal en la casa de los adolescentes infractores, ubicada en la calle Sol de Oro L-A-7 del distrito de San Sebastián, la víctima sin presagiar lo que esperaba, se constituyó en el inmueble sin mayor problema; pero transcurridos los minutos y en medio de cuatro paredes los menores acabaron con la vida de Jefferson.

ALERTA. El instinto maternal, hizo que Marleni Mendoza, madre del agraviado, sospechara que algo estaba pasando con su hijo, en vista que de las aproximadamente 12 llamadas que le hizo al celular, solo una vez le respondió el resto fueron contestados por los infractores, quienes astutamente se hicieron pasar de Jefferson.

Desde ese momento, Marleni estaba inquieta, llamó a la mamá de los menores y al no encontrar un respuesta concreta, decide ir en busca de su hijo, tardó en ubicar el inmueble de los agresores y al ver que los familiares de los dos menores le impidieron ingresar al domicilio, llamó a la PNP y encontraron ya sin vida el cuerpo de Jefferson.

ACCIONES. Del caso se inició un proceso judicial y después de más de tres meses de lucha (el 6 de marzo del 20013), el titular del Tercer Juzgado de Familia de Cusco, Edwin Bejar Rojas, emitió sentencia declarando responsabilidad de los adolescentes A.J.H.P (16) y de R.D.H.P (14), autores de la infracción (asesinato) en contra de quien en vida fue Jefferson de 15 años de edad. También se les impuso 6 años de internamiento en el Centro Juvenil de Diagnostico y Rehabilitación de Marcavalle, más una reparación civil en forma solidaria de 60 mil nuevo soles a favor de los familiares del asesinado. Dicho fallo que fue confirmado en todos sus extremos en segunda instancia, tras la apelación presentada por la defensa de los infractores.

OBSERVAN. Al inicio, el caso estaba en manos del magistrado de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Cusco, Walter Becerra Huanaco, a quienes se e cuestionó por la lentitud de cómo se estaba llevando el proceso. Por lo que la familia del menor asesinado, solicitó su separación del caso y el Fiscal Superior, Carlos Pérez derivó el proceso al fiscal Edilberto Molina Escobedo. "En estos casos, el Ministerio Público actúa en forma pasiva no actúa de acuerdo al procedimiento regular que se debe hacer, como proteger la escena del crimen, hacer las pesquisas necesarias dentro de la escena del crimen, por lo menos ponerse en contacto con la policía. En un principio, se actuó en forma pasiva; pero luego se enmendó", indicó Heraclio Cereceda, integrante de la Comisión de Juristas.

EN MARCHA. La comisión, defensa de la familia de Jefferson, en abril pasado, interpuso una ampliación de denuncia contra los progenitores de los menores sancionados, por el presunto delito de homicidio calificado por omisión impropia, vale decir que los padres de los adolescentes sabían del comportamiento extraño que tenían sus hijos; pero aparentemente poco o nada hicieron para corregirlos. Dicha demanda, en primera instancia fue archivada.

CIFRAS. En el Cusco ya son dos casos de escolares que matan a sus compañeros. El segundo caso se registró en la I.E. Inca Garcilaso, donde el estudiante J.C.H.G apuñaló a quien en vida fue Jairo Díaz Ruffran (17). El lamentable hecho ocurrió la tarde del 13 de julio pasado. Del caso también ya existe una sanción contra el menor infractor, quien permanecerá internado durante cinco años en el Centro de Rehabilitación de Marcavalle y una reparación civil de S/. 10 mil. En ambos casos, se descartaron casos de bullying.

Desde que ocurrió el primer caso, el sector Educación se comprometió a contratar profesionales de psicología con el fin de evitar casos de bullying o llegar a consecuencias fatales; sin embargo, para muchos dicho anunció quedó en promesas.

"Los docentes y auxiliares no velan por el control de los menores, no valoran la conducta de los menores, no existe una estrecha relación entre educandos y padres de familia, menos entre escolares y docentes. En muchos casos, lo padres abandonan a los hijos a su libre albedrío, solamente se encuentran en horas de la noche y durante el día brillan por su ausencia", comentó