Benjamín y Rosalinda son dos pequeños hermanitos, con quienes la vida parece haberse ensañado, pues a solo meses de nacidos fueron abandonados por sus padres y ahora sufren de diversas enfermedades. Pese a ello aún tienen una sonrisa para brindar gracias a los cuidados de su abuela con quien viven.
PESARES. Son las 12:30 de la tarde y Carmen Escobar Sánchez (52), está junto a sus dos nietos hace más de seis horas en los pasillos del hospital Carrión, esperando a que atiendan a Benjamín (13), que padece de displacía a la cadera y para desplazarse tiene que utilizar muletas, para colmo de males, debido a un accidente doméstico se dañó la vista, por ello necesita un transplante de cornea. Mientras llega el día de su intervención, el menor se viene recuperando de una tuberculosis contraída en una de sus visitas al nosocomio. Por su parte Rosalinda (10) tiene retardo mental y no puede hablar bien, solo balbucear.
La 'mamita', como le dicen cariñosamente los niños, vive en un cuarto alquilado en el Jr. Francisco Solano 605 en Huancayo, y desde que se hizo cargo de los menores, sus visitas a los hospitales se han hecho costumbre, pues sin importarle sus dolores de columna y hernia, vela por los niños como si fuera su ángel.