Agustín Arrubla se despide de Tacna haciendo crecer familia católica en Iglesia Fátima

“Yo los quiero a todas y todos, los quiero demasiado (...) no me voy, aquí me quedo, en el corazón de todos y en la vida de ustedes”, fue parte del emotivo mensaje que dio el sacerdote Agustín Arrubla, tras la acción de gracias y despedida que realizó el último sábado por la noche en la parroquia Fátima.

Agustín, que cumplió misión en la parroquia los últimos seis años, realizará su labor ahora en la iglesia Santa María de la Pampa Inalámbrica en Ilo. Su objetivo además de evangelizar será de reconstruir el recinto religioso, consumido por un incendio durante el 2016.

A la eucaristía y acción de gracias en el interior de Fátima se congregaron cerca de mil personas. Muchos de ellos integrantes de los 29 grupos parroquiales que trabajaron junto al padre colombiano.

El sacerdote se hizo conocido no solo por lograr realizar importantes mejoras para las parroquias de Fátima y Chapi, sino también por el despliegue de su carisma al desarrollar la eucaristía, aunque siempre negó que fuera así. Era costumbre apreciar la iglesia repleta de feligreses los domingos.

Agustín, natural de Medellín, Colombia, llegó a Tacna tras evangelizar en Centroamérica y África. Posteriormente fue designado a la iglesia del cono norte. “El padre Agustín nos enseñó muchas cosas, entre ellas la caridad, la solidaridad, el respeto, la ayuda; nos dejó esa semilla para que dé sus frutos”, señaló Milagros Calizaya, integrante de la familia de Fátima y mano derecha del sacerdote.

Con un compartir y fuegos artificiales el mensaje final que dio Agustín fue de esperanza y trabajo. El sacerdote colombiano será reemplazado a partir de la fecha por el padre Martín Ayala junto a un vicario extranjero.