Las mafias enquistadas en construcción civil han hecho de la extorsión y el cobro de cupos un negocio rentable, pues están presentes en el 80% de las obras que se ejecutan en la ciudad, informó un oficial de la Dirección de Protección de Obras Civiles (Dirproc).
Muchas bandas delincuenciales operan bajo la fachada de un “sindicato de construcción civil”, alertó.
“Estas bandas están distribuidas en todo Lima. Tienen una base sólida y firme, te denuncian si te metes con ellos y hasta parte del empresariado está coludido de manera indirecta. No les queda otra”, afirmó a Correo la fuente policial.
Según la data que maneja la Dirproc, la mayoría de obras públicas en Lima están controladas por, al menos, 70 organizaciones delictivas que cobran cupos y extorsionan a empresarios y obreros legales.
Modus operandi. Suelen pedir dinero a las constructoras y llegan a cobrar hasta S/80 mil a los contratistas. En algunos casos quieren cobrar el 2% del valor de la obra. Estos seudosindicatos piden hasta 30% de los puestos de trabajo a las empresas y las plazas que consiguen se las venden a los obreros a S/200.
La Federación de Trabajadores de Construcción Civil reconoce que muchos de sus miembros se ven obligados a protegerse de alguna forma.
De igual manera, los trabajadores de la Confederación de Trabajadores del Perú (CTP) informaron que colaboran con la Policía para identificar a los “agitadores”.
La Dirproc, que opera desde hace más de 10 años, aseguró que estas bandas delictivas generan ganancias ilícitas anuales de hasta 30 millones de soles. Este dinero se lo reparten entre los delincuentes que siguen en las calles o están en libertad.
Si bien estas organizaciones delictivas se han expandido en todo Lima, se reportan más de estas bandas en Lima norte y Lima sur. Fuentes de Capeco indicaron que se ha pedido a las empresas asociadas para que no paguen ese tipo de cupos y no “alimenten la delincuencia”.
Primer Puerto
En el Callao, las bandas de construcción civil también cobran cupos a empresarios y trabajadores.