Alarma por el crecimiento de ludópatas en el país
Alarma por el crecimiento de ludópatas en el país

Ocho días después de haber fugado de su casa, a C.M.G. lo hallaron en una cabina de internet, pero ya no tenía completo el dinero que había robado a sus padres para jugar. Desde entonces, el adolescente de 14 años pasó a formar parte de una estadística tan difusa como perversa. Era un ludópata.

C.M.G. había tomado 15 mil soles de los ahorros que su familia guardaba con recelo.

Aunque en el país no existen datos certeros para graficar la dimensión del problema, todo indica que tiende a crecer. El Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) calcula el 5% de la población de Lima Metropolitana tiene complicaciones asociadas a la ludopatía.

Según cifras del , la ludopatía en el Perú crece a un ritmo de 33% cada año. Sin embargo, los números del INSM indican que el porcentaje puede ser mayor. En el primer semestre de este año, la entidad ha diagnosticado 72 nuevos casos de este trastorno.

En el 2014 fueron 20 y en el 2013, hubo 30.

Consecuencias. “Problemático” puede resultar insuficiente para describir una realidad que llega a ser dramática. En su fase inicial (ver infografía), la ludopatía pasa desapercibida porque los sujetos se confunden con jugadores ocasionales, pero en las etapas avanzadas todo es diferente.

“La necesidad de jugar no solo afecta al individuo, sino que genera diversos tipos de problemas a las personas de su entorno”, asegura Fernando Luna, psiquiatra del Departamento de Adicciones del INSM. “Es usual que las familias se vean atrapadas de forma directa en las consecuencias de la depresión y ansiedad del ludópata”, agrega el experto.

Más menores. En abril de 2013, en Áncash, el adolescente E.R.Y.E., también de 14 años, quiso ir a jugar a una cabina de internet. Eran las cinco de la mañana, por lo que su madre, Sonia Espinoza Ortega, le impidió salir de casa. El menor, enojado, reaccionó de forma violenta y corrió hacia la cocina, donde tomó un cuchillo que clavó tres veces en el pecho de su mamá, justo en el lado del corazón.

“La tendencia ludópata en adolescentes es creciente y aparece cada vez más temprano, desde los 12 años o antes”, comenta Luna. Son muchas las variables que pueden determinar la generación del trastorno: autoestima baja, depresión, carencia de afecto, mal desarrollo emocional, entre otras.

El último estudio de prevalencia de problemas mentales en adolescentes, realizado el Lima y Callao en 2007, concluyó que el 23% de ellos tiene problemas conductuales o emocionales, y que un 14% adicional se encuentra en riesgo de padecerlos.

La aparición de nuevos ludópatas se puede evitar, dice Luna, y para conseguirlo hace falta decisión de las autoridades. Mientras no se adopte un enfoque preventivo, cientos de peruanos pueden estar jugando su última apuesta.