Amebas “comecerebros” habitan en el Perú
Amebas “comecerebros” habitan en el Perú

El caso de , el niño que contrajo meningoencefalitis amebiana primaria tras un viaje a Iquitos, ha puesto la atención sobre una enfermedad extremadamente extraña que se produce por la acción de la llamada ameba “comecerebros” (Naegleria fowleri), vinculada a cuerpos de agua tropicales.

Sin embargo, esta especie no es la única que produce enfermedades en el cerebro que llevan a la muerte.

Entre 1994 y 2010, un grupo de investigadores peruanos documentó -en la Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública- seis casos de muertes producidas por este tipo de amebas. Cinco de ellos se dieron en las regiones costeras del Perú, en especial Piura y Chiclayo.

LETALES Y EXTRAÑAS. Los casos de enfermedad debido a las amebas de vida libre son excepcionales. Estos parásitos causan una infección que destruye el tejido cerebral, lo cual ocasiona inflamación del cerebro y la muerte. Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, la tasa de mortalidad es superior al 97%.

Ciro Maguiña Vargas, vicerrector de Investigación e infectólogo de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, indicó en RPP que estos parásitos existen en muchas partes de la costa y selva. Además, aunque se han presentado casos de ameba “comecerebros”, la especie más común en el Perú es la ameba Balamuthia.

Investigaciones recientes apuntan que 55 de los 177 casos de Balamuthia mandrillaris reportados hasta el año 2010 a nivel mundial fueron peruanos.

Son bacterias que requieren medicinas a precios muy altos y de alto nivel, ya que debido a lo inusual de los casos, la mayoría de los tratamientos son experimentales.

PRECAUCIÓN. Aunque se desconocen las situaciones por las que unas personas contraen las amebas y otras no, los parásitos infectan a las víctimas a través de las membranas de la nariz y se instalan en el cerebro, aunque el CDC indica que en ocasiones también se han dado casos de infección por lesiones en los tímpanos.

Los pacientes que las contrajeron, en su mayoría personas sanas y sin enfermedades crónicas, tuvieron contacto directo con agua estancada, terrenos pantanosos y lagunillas.

Otras viven en zonas desérticas y rurales, e incluso pueden vivir en las piscinas.

Maguiña Vargas explica que algunas de estas amebas de vida libre resisten a las sustancias desinfectantes.

El doctor Leslie Marcial Soto, también de la Cayetano Heredia, indica que para evitar infectarse con estos parásitos se debe evitar acudir a piscinas o cuerpos de agua estancados. Además, se recomienda usar cobertores de nariz y evitar los movimientos bruscos, como las zambullidas, para que no se introduzca el agua por las fosas nasales.

Entre los síntomas se encuentran los dolores de cabeza, fiebre, náuseas o vómitos. Los síntomas posteriores pueden incluir rigidez en el cuello, confusión, falta de atención a los demás y al entorno, pérdida del equilibrio, convulsiones y alucinaciones.

Respuesta

Evalúan cuerpos de agua

El titular de la Dirección de Salud Loreto, Hermann Silva, informó que tras conocer el caso de Mateo se inició un monitoreo de los cuerpos de agua a lo largo de 55 km en la carretera Iquitos- Nauta, principal centro de esparcimiento para turistas. Las muestras de ríos, piscinas y lagunas serán enviadas al Instituto Nacional de Salud para confirmar la existencia de la ameba Naegleria.

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