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Unos 150 pobladores de los distritos de Ocuviri, Llalli, Umachiri y Cupi, en la provincia de Melgar, asistieron ayer al informe que la Autoridad Nacional del Agua (ANA) brindó a esta zona, producto de los estudios que se realizaron en el mes de junio.

Las entidades técnicas encargadas de la comunicación fueron además de la ANA, la Autoridad Administrativa del Agua - XIV Titicaca y ALA Ramis.

El resultado de los estudios corresponde al monitoreo de la calidad superficial del agua en los ríos Llallimayo, Chacapalca, Pataqueña y en las quebradas de Huarucani y Punoeta; el afluente proviene de las localidades de Llalli (Melgar) y Ocuviri (Lampa).

CONTAMINADO. El vocero de la ANA, Walter Ollarte, indicó que sí existe contaminación de las aguas de la cuenca Llallimayo.

“Los resultados están ahí, dice que sí superan los estándares permisibles los metales que se han encontrado en el recurso hídrico, el laboratorio Servicios Analíticos Generales SAC que está acreditado a través del Indecopi así lo muestra, no lo decimos nosotros ahí entran los resultados”, enfatizó ante la población.

ZONAS. En el monitoreo del 19 de junio se tomaron seis puntos de referencia. Y ahora se conoce que en la quebrada de Punoeta se presenta el oxígeno disuelto por debajo de los estándares permisibles de calidad ambiental, PH altamente ácido de 3.7, existe presencia de Aluminio 17m/l, Hierro y Manganeso en concentraciones por encima de estándares de calidad.

En la quebrada Huarucani: PH ácido, presencia de Aluminio 35m/l, Hierro y Manganeso, los mismos superan los estándares mínimos.

DUDAS. La contaminación está comprobada en estos ríos, lo que causa incertidumbre es la causa de tal fenómeno, aunque para los lugareños la principal sospechosa es la empresa minera Aruntani SAC, la cual ha negado tal acción en varias oportunidades.

La extraña coloración amarillenta hace sospechar, según afirman los dirigentes, que se debe a los metales pesados que podrían estar escapando de los almacenes de la minera, no obstante, hasta ahora es solo especulación.

Otra posibilidad es que las lluvias naturales arrastren minerales hasta las zonas bajas.

AMENAZA. Tanto los asistentes ayer, como dirigentes de la Central de Barrios de Ayaviri, advirtieron que posiblemente convoquen a una paralización, puesto que hay contaminación confirmada.

Sobre todo los ganaderos y agricultores denuncian el maltrato a los pastos naturales y alimento de su ganado a causa de este problema en el agua.

Esta cuenca que está ubicada en la zona norte de la región Puno no es la única que sufre de contaminación.

Un poco más al sur está Ramis, la cual presenta problemas más álgidos desde hace décadas como consecuencia de la minería ilegal e informal que se realiza en la cabecera, en el distrito de Ananea.

En la frontera con Bolivia, el problema es similar, puesto que los mineros ilegales del lado boliviano no tienen piedad de los recursos naturales, dejando a su paso aguas turbias y llenas de lodo que matan los terrenos.

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