Abordar un taxi se ha convertido en un dolor de cabeza. Según data de la Policía Nacional, en todo 2014, en Lima Metropolitana, al menos 500 personas denunciaron haber sido víctimas de un asalto en el interior de estos vehículos, así como en los denominados colectivos. Esta cifra se incrementó en un 50% en 2015, año en que las comisarías recibieron cerca de 800 denuncias.
“No todos los casos se denuncian, por lo que hay una lista negra”, señaló una fuente policial.
ZONAS PELIGROSAS. Estos delitos se registran con mayor incidencia en los taxis que siguen la ruta hacia los distritos de San Martín de Porres, San Juan de Lurigancho, Cercado de Lima, Los Olivos y La Victoria.
Muchas veces, los delincuentes se disfrazan de falsos taxistas o actúan en complicidad con otros malhechores, quienes simulan interceptar el taxi cuando este ya va en camino por algunos minutos, explicó la Policía.
“Por eso algunos se desvían por una ruta que el pasajero no conoce”, detalló.
FALSOS DATOS. En la mayoría de veces, los conductores asaltantes utilizan documentos falsos para alquilar taxis en empresas informales, con el único objetivo de atacar a los pasajeros, en su mayoría, mujeres y ancianos. Es así que cuando el denunciante intenta ubicar el vehículo donde ocurrió el asalto, resulta que el dueño es una persona ajena al hecho.
Algunos paraderos de los sospechosos colectivos conocidos son, por ejemplo, el llamado Pro, en San Martín de Porres; en los alrededores de la plazas Bolognesi y Dos de Mayo, en el Cercado de Lima; en el paradero Los Naranjos, en Ate, por nombrar algunos.
Otras rutas peligrosas para los usuarios son los que se dirigen de la Av. Abancay a la Av. Wiese, en San Juan de Lurigancho; trébol de Javier Prado-Lurín; Mercado de Frutas-Villa El Salvador.
En el peor de los casos, estos delincuentes al volante atacan a sus víctimas con un arma de fuego o le propinan algún golpe. Los robos en estas unidades suelen aumentar hasta en un 40% durante los feriados.