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A través del uso de un avión C-26B dotado de equipos de vigilancia que permiten analizar la situación de las quebradas y los cauces de los ríos, así como el estado de las mallas destinadas a impedir la caída de grandes rocas hacia las zonas pobladas, la Fuerza Aérea del Perú () ha iniciado vuelos de reconocimiento sobre diferentes ríos de la costa a fin de advertir sobre eventuales peligros.

El trabajo viene siendo efectuado por el personal de la Dirección de Meteorología Aeronáutica (Dirma), que realiza vuelos inicialmente en la cuenca del , a fin de detectar si hay zonas donde podrían darse los temidos desbordes propios de los meses de crecida del caudal, tal como sucedió hace menos de un año cuando padecimos el denominado Niño costero.

Aviones de vigilancia

Los aviones están a cargo de la Dirección de Vigilancia y Reconocimiento Aéreo (Divra) -lo que antes fue el Servicio Aerofotográfico Nacional-, y en su momento fueron dotados de tecnología de monitoreo para la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico. Estas “armas” de la inteligencia han sido adaptadas para atender a la población que pueda ser afectada en tiempos de lluvias.

La aeronave cuenta con dos equipos electrónicos: las cámaras LIDAR y FLIR. La primera analiza el terreno con base en modelos digitales de elevaciones de alta resolución; esto permite obtener imágenes topográficas con detalles de canales fluviales, relieves, procesos de erosión y posibles fallas. El segundo sistema es una cámara de video de alta precisión, colocada en la base del avión.

Sobrevuelos

El trabajo respecto de las quebradas -zonas de mayor riesgo en las partes altas de las áreas pobladas- consiste en analizar, mediante las imágenes que logra la cámara LIDAR, el ángulo de las mismas y confrontar esta data con la cantidad de lluvia que se espera; así se estaría en condiciones de determinar si hay riesgo o no para las poblaciones asentadas en las partes bajas.

Durante un sobrevuelo en las zonas altas del río Rímac en compañía de Correo, los expertos de la FAP recibieron las imágenes en los monitores instalados dentro del avión de vigilancia aérea; estas son analizadas y puestas a disposición de las diferentes entidades del Estado encargadas de tomar decisiones a fin de impedir emergencias antes las lluvias y crecidas de los ríos.

Áreas de peligro

“La zona del río Rímac y en especial la quebrada de Pedregal, en Chosica, es de alto riesgo durante el verano y es ahí donde hemos comenzado este trabajo de vigilancia aérea. Luego iremos hacia la zona de San Idelfonso, en Trujillo; y Tambogrande, en Piura, que es donde se originan los peligros que amenazan a estas ciudades”, señaló el jefe de la Dirma, coronel FAP Julio Villafuerte.

Agregó que, en el caso específico de Pedregal, toda la quebrada fue dañada el año pasado durante el denominado Niño costero; por eso, a su institución le interesa tener bien la zona, a fin de determinar, también, eventuales rutas de evacuación. “La Municipalidad de Chosica es la primera entidad a la que hemos remitido un informe basado en la observación aérea”, añadió Villafuerte.

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