Los hampones integrantes de la banda "Los Injertos de El Rímac" que fueron arrestados el pasado viernes, habrían llegado Trujillo presuntamente para perpetrar un asesinato.
Los delincuentes, que fueron capturados en la intersección de las avenidas Pedro Muñiz y Guadalajara (urbanización El Alambre) a bordo de un vehículo azul, marca Toyota, de placa B9G-230, fueron internados en la carceleta de la Corte Superior de Justicia en Natasha Alta y hoy serían internados en el penal El Milagro, mientras la Fiscalía y la Policía determinan la identidad de quién hubiera sido la víctima de este frustrado homicidio.
Fuentes de la Oficina de Inteligencia, señalan que "Los Injertos de El Rímac" se dirigían al Centro Poblado Alto Trujillo donde se iban a encontrar con otros hampones trujillanos para efectuar el golpe.
Para ello, Luis Aranda Rodríguez (42), Miguel Óscar Espinoza Sánchez (28) y Alberto Romero Atalaya (23) habrían comprado un arma de guerra (una ametralladora de la Marina de Guerra del Perú) y dos pistolas nueve milímetros (marca Taurus y Browning Court) en el mercado negro de la capital.
CON ANTECEDENTES. Efectivos de la Policía no dudan de la peligrosidad y organización delictiva, ya que su cabecilla identificado como Alberto Romero Atalaya, quien usurpaba la identidad de su hermano Miguel Ángel para ocultar su historial delictivo, registra tres requisitorias por homicidio simple, homicidio agravado y tentativa de homicidio.
También se cree que los facinerosos pensaban asaltar una entidad bancaria ubicada de la periferia de Trujillo o en una ciudad cercana.
ACUSACIÓN FISCAL. El coordinador de la Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa, Mirko Cano Gamero, solicitó prisión preventiva y que los detenidos ingresen al penal El Milagro acusados de tenencia ilegal de armas de fuego agravado, tráfico ilícito de drogas y asociación ilícita para delinquir.
Como se recuerda esta banda fue capturada por agentes del Escuadrón de Emergencia Centro mientras sus integrantes conducían a gran velocidad por la urbanización El Alambre, en Trujillo.
Al notar cierta reticencia, los agentes del orden interceptaron el auto y procedieron con las detenciones. En el interior del vehículo se encontró todo el arsenal.