El gobierno boliviano, desde hace años atrás, viene tendiendo un velo de dudas sobre los orígenes de danzas ancestrales que, desde tiempos inmemoriales, la han practicado los pobladores del altiplano.
En el año 2009 acusó a Puno y a los puneños de usurpar sus expresiones culturales luego que Karen Schwarz Espinoza, "Miss Perú Universo", luciera un traje muy parecido a las que usan las "diablesas".
Luego de que no pudiera demostrar histórica y científicamente que la "Diablada" tuviera sus orígenes en Bolivia, o fuera de su autoría, la emprendió con el Equeqo, tema igual que al primero tampoco el Gobierno de Bolivia pudo demostrar su exclusiva propiedad y autoría.
A consecuencia de no poder demostrar lo que habían afirmado, iniciaron una cacería de brujas con grupos musicales de su mismo país, acusándolos de "traición a la patria", hasta que los medios culturales de Puno ofrecieron darles a estos perseguidos artistas asilo cultural.
Haber grabado temas para conjuntos puneños. Este chauvinismo exacerbado de algunos académicos bolivianos está llevando el tema a peligrosos terrenos políticos.
Valdría la pena llevarlos a una mesa cultural o de debate para revisar el transcurso de la historia porque, al parecer ignorando a propósito, por puro gusto o afanes figurinistas, ignoran a la fuerza que la hermana República de Bolivia era parte del Gran Perú y se le conocía como "El Alto Perú", donde sus pobladores compartieron un mismo imperio, una misma cultura, un mismo idioma, una misma religión, una misma opresión invasora y una misma gesta libertaria, empezando con Túpac Amaru y Túpac Catari.
Ese chauvinismo enfermizo, que incluso genera persecución a sus artistas, es la causa de afirmaciones sin fundamento científico ni histórico que pueda demostrar lo que pregonan.
Con el agregado que, una vez más, ponen en primera plana el entredicho cultural sobre las autorías de otras danzas. Esta vez las manzanas de la discordia son la Llamerada, Morenada, Cullahuada, el Caporal y la Saya Caporal.
Entonces hablemos del tema, o los temas, pero no con pasiones ni mucho menos con chauvinismos enfermizos y persecutorios.
Sobre la llamerada, ¿Ignoran acaso que en territorio peruano encontramos expresiones artísticas que nos sugieren que los ancestros de esta danza de los pobladores alto andinos son varios? Solo para ilustrarlos ahí van algunos: Los LLameritos de Cantería de la zona quechua de Puno, Los Alpaqueritos de la zona aimara y así podríamos enumerar muchos más.
Respecto de la Morenada, hasta el día de hoy los mismos bolivianos no se ponen de acuerdo en dónde nace esta danza y qué realmente expresa. ¿Tendrán algún sustento serio y racional?
La Cullahuada por su parte es una danza señorial que expresa las ancestrales actividades socioeconómicas de los antiguos pobladores del Altiplano. Es más, en territorio peruano tiene una larga data desde su ancestral Suni Cullahua.
Por: José Morales
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Bolivia vuelve a atacar al Perú por danzas
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