La crueldad sin límites. Cuando la Policía ya había concluido en su atestado que Rony Ramos Pérez, (a) Bolón, no sólo empujó del microbús a María Paola Vargas Ortiz, sino que además -mientras la joven convulsionaba- éste comenzó a robarle sus pertenencias, la tarde de ayer se dio el golpe esperado: el barrista fue detenido en un cerro de Independencia.
"Se abalanzó contra la chica para despojarle sus pertenencias y su equipo Ipod. Como ella opuso resistencia, Bolón comenzó a proferirle palabras soeces y subidas de tono, la cogió con sus manos del mentón y la lanzó hacia el exterior del vehículo", comienza una de las manifestaciones contra Ramos Pérez.
Sin embargo, la acción que realmente reflejaría la crueldad de este sujeto es que -según el atestado policial- cuando Paola estaba sobre la pista "Bolón se acerca a su víctima, quien en esos momentos convulsionaba, y la despoja de los auriculares y su Ipod que aún llevaba puesto. Cuando vio a la Policía, se dio a la fuga y es en ese momento que arroja el equipo electrónico" Estas son parte de las versiones que terminaron por inculpar a Ramos Pérez y por las que la mañana de ayer fue denunciado al Ministerio Público como autor del delito "contra el patrimonio (robo agravado) con subsecuente lesiones graves seguidas de muerte". Hasta ese momento, el presunto asesino figuraba como no habido.
LA CAPTURA. Sin embargo, un informe de inteligencia daba cuenta que se había ubicado la guarida del asesino. Es así que la tarde de ayer, cuando sus cómplices ya habían sido puestos a disposición del Ministerio Público, agentes de la División de Investigación de Robos de la Dirincri lo atraparon en una casa de la cuadra uno del jirón San Pedro, en el asentamiento humano El Milagro, en Independencia.
Se trataba de la vivienda de un familiar, donde Ronny Ramos había permanecido oculto desde hace dos semanas. "Soy inocente, ustedes se equivocan, a mí no me conocen como Bolón", gritó a los policías al verse rodeado por más de 50 de ellos.
El barrista fue trasladado a la sede de la Dirincri, hasta donde llegó el propio ministro del Interior, Octavio Salazar, y el director de la PNP, general Miguel Hidalgo, para felicitar la labor de los agentes que se encargaron de las investigaciones.
A la sede policial también llegó el padre del barrista, Juan Ramos, quien defendió la supuesta inocencia de su hijo. "El no es culpable. Ha estado en el vehículo, pero no ha participado en el asesinato, eso es falso", refirió.
Mientras tanto, su abogado, Manuel Frisancho, denunció que no lo dejaban ver a su patrocinado y pidió la intervención de la Iglesia y la Defensoría del Pueblo.
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