La lucha contra el frío no solamente se libra en el interior del país. Lima también sufre la inclemencia de este clima y su intratable humedad, que ataca principalmente a personas de escasos recursos, que muchas veces no pueden acceder a una bebida, como un café caliente, que los haga olvidar el invierno aunque sea por un rato.

Es en este contexto que Vanessa Vásquez y Amanda Quijano, jóvenes publicistas, decidieron comenzar una suerte de iniciativa filantrópica que desde hace unos años viene popularizándose en Europa y algunos países de América Latina.

"Café pendiente", o "caffè sospeso", nombre con el que nació originalmente en Nápoles hace cinco años, es una práctica solidaria que se basa en la desinteresada participación de restaurantes y cafés.

El mecanismo consiste en que el cliente pague por un café y deje pagados uno o varios más en carácter de "pendientes" para personas en situación de calle. Gracias a la inmensa difusión de estas prácticas mediante las redes sociales, la iniciativa ha logrado que miles de establecimientos se sumen a esta y logren configurar una cadena de favores con anónimos prójimos.

Una idea simple que, llevada a cabo de forma organizada, ha permitido que muchísima gente pueda escapar del frío momentáneamente, sentarse y tomar un café a pesar de no contar con dinero.

La idea original se basa en que los clientes dejen pagado un café o algún otro producto y que luego alguien de pocos recursos se acerque a la cafetería a preguntar si es que hay alguna bebida pendiente. En el Perú la iniciativa incluye tarjetas con la inscripción de "café pendiente", las cuales son entregadas a personas indigentes para que ellos mismos se acerquen a los restaurantes.

"Un café no se le debería negar a nadie. Ese es el espíritu de 'café pendiente', y aunque sabemos que una taza no va cambiar al mundo, puede ser sí un buen inicio. Lo que buscamos es que con el tiempo se popularice esta forma de solidaridad de los locales. Nuestra finalidad no solo es ayudar a la gente en situación de calle, dándoles algo para comer y tomar, sino buscar de a poco la visibilidad y la inserción de estas personas en la sociedad. Evitar la discriminación y convertirnos nosotros también en un país más amigable, solidario y menos desconfiado", refiere Vanessa Vásquez, quien junto a su amiga Amanda se enteró de la iniciativa internacional de "café pendiente", y emprendió el reto de hacerlo una realidad en el Perú.

A menos de dos meses de iniciar el proyecto, ya son 19 los locales que se han sumado a esta cruzada solidaria de dar y recibir cafés.

"Nuestro sueño es que algún día todos los locales del país se nos unan. Queremos que el estar 'afiliado' a 'café pendiente' se convierta en un estándar apreciado por clientes. Que aparezca en guías gastronómicas y turísticas. A fin de cuentas, puede ser que un café no cambie al mundo, pero siquiera nos servirá para perder ciertos prejuicios y comenzar a pensar en los otros", comenta Amanda, que muestra orgullosa las tarjetas naranjas que identifican su iniciativa.

Hay muchas formas de ser solidarios y luchar contra el frío invernal que afecta a miles de peruanos cada año. Y es que no todos tienen un cobijo caliente en donde terminar el día. Por eso, y por muchísimas cosas más, iniciativas como estas no hacen sino confirmar que no todo está perdido, y que con algo de ingenio y ganas, todos pueden ser parte de esta tendencia solidaria. A compartir se ha dicho.

Solidaridad sin fronteras. Estos son los establecimientos que ya se han adherido a la iniciativa de "café pendiente":

Las vecinas Eco–Bar (jirón Colina 108, Barranco).

La Panadera (jirón Colina 108, Barranco).

Arlotia restaurante (av. Miguel Grau 340, Barranco).

La Pastelera (av. Miguel Grau 170, Barranco)

Café Cronopios (av. Nicolás de Piérola 224, Barranco)

Cadáver Exquisito (jirón 28 de Julio 206, Barranco)

188 Galería Café (av. Miguel Grau 188, Barranco)

La Matilda (calle 2 de Mayo 535, Miraflores)

Miscelánea Dulces (Recavarren 316, Miraflores)

Caffeincafe (calle General Borgoño 280, Miraflores)

La Lucha Sanguchería (avenida Diagonal 308, Miraflores)

Café La Favorita (avenida Larco 566, Miraflores)

Churrísimo (calle Ignacio Merino, Miraflores)

Don Simón Sánguches (calle Simón Salguero 507, Surco)

La Kaleta (calle Simón Salguero 490, Surco)

Festín Lunch Café (Sor Tita 289, Surco)

Café Risso (calle Risso 131 /268, Lince)

Alaturca (avenida 2 de Mayo 441, San Isidro)

Mí Café (Centro Comercial la Rotonda, tienda 163, La Molina)

*Más información en Facebook: Café Pendiente Perú

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