Campeón latinoamericano de monociclo es huancaíno
Campeón latinoamericano de monociclo es huancaíno

Ganó dos veces el campeonato latinoamericano de monociclo, y su secreto para hacerlo fue “competir sin competir”, el vive el día a día, le encanta viajar, compartir y vivir en equilibrio. Tiene una filosofía propia y esta es su historia.

¿Cómo nace tu pasión por el monociclo? 

Mi pasión nació cuando conocí a un malabarista que montaba monociclo, pues el solo hecho de estar sobre uno, ya es impresionante. En un principio pensé que solo iba a aprender a montarla pero el destino me sorprendió y aprendí a manejarla como un deporte extremo. Fue el mismo malabarista quien me dijo que no podría montar y me retó, le pedí que me preste su monociclo y me lo alquiló a un sol la hora.

¿Desde cuándo practicas el deporte?

Practico hace 9 años, iba de la casa al colegio en monociclo, lo bueno es que en mi vida todos me han dicho que es bacán, a mi por suerte siempre me animaron, por eso nunca lo dejé.

¿Qué es lo que más te gusta del monociclo? 

Viajar. Gracias al monociclo en el 2008 conocí Ecuador, vi que el mundo era inmenso. Ese viaje me marcó, pues el monociclo no es solo un deporte, es una forma de vida, yo con el monociclo tengo la llave para entrar en el mundo de cualquier familia. El monociclo me da equilibrio no solo físico, sino también mental.

¿En tus viajes alguna vez te han asaltado?

Los ladrones no me roban, cuando me percato de su presencia me monto al monociclo, les sonrío, hago un par de trucos y no pasa nada, es más, se hacen mis amigos.

Ganaste dos campeonatos latinoamericanos de monociclo ¿Cuál es tu secreto?

Antes entrenaba para ganar, ahora compito sin competir, no practico para ganarle a nadie, yo voy a los campeonatos para compartir historias con mis colegas, ahí todos somos hermanos.

Te encanta viajar ¿Qué países conoces? 

Conozco casi toda Sudamérica, antes viajaba en bus pero este año fui a Colombia llevando mi bicicleta para hacer trucos y me animé a volver a Perú desde Medellín en bicicleta, pedaleando me demoré 2 meses. Cuando recuerdo el camino recuerdo, verdor, paz, seres vivos y sonrisas, muchas sonrisas, es como un recuerdo al que me puedo aferrar cuando necesito sentir la felicidad. Siempre viajo con pocas cosas, busco ser lo suficientemente pobre para no estar cuidando mis cosas.

¿Cuál es tu meta final? 

Mi meta final es que por medio del arte pueda juntarme con personas que quieran hacer que la humanidad cambie, que todos comiencen a pensar de un modo mas amable, que compartan y entiendan que somos parte de algo más grande.

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