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Faltan 20 días para Navidad y el emporio comercial de Mesa Redonda, en el centro de Lima, luce abarrotado no sólo del publico que acude para hacer sus compras, sino también de los ambulantes y jaladores que han tomado las calles a pesar de la vigilancia de serenos y la Policía.

La cuadra 7 del jirón Andahuaylas se ha convertido en una vía en la que decenas de carretilleros trasladan mercadería de un lado a otro, cruzando tranquilamente las barreras de fierro colocadas por la Municipalidad de Lima a los alrededores de Mesa Redonda para impedir su acceso. 

Una miembro de la Gerencia de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Lima, que resguardaba estas vallas, al ser consultada sobre porque permitía el acceso de carretilleros respondió: sólo deja la mercadería y se va.

La situación no es diferente en las galerías del lugar. Un ejemplo es el centro comercial Puno, donde se realiza el embalaje de mercadería en los pasadizos, impidiendo el libre flujo de los transeúntes. 

"Esto es un caos, ¿si ocurre una desgracia cómo salimos?, se pregunta una madre de familia mientras cruza por encima de un comerciante que arma sus árboles navideños fuera de su stand.

Cómo se recuerda, la zona denominada Mesa Redonda quedó reducida a cenizas el 29 de diciembre del 2001. Según cifras oficiales, 277 personas murieron en el lugar y más de 500 resultaron heridas.

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