Caquetá tiene su "cachina" y vecinos se quejan de la delincuencia

Numerosos ambulantes han vuelto a tomar las calles y jardines de los alrededores del intercambio vial Trébol de Caquetá entre los distritos del Rímac y San Martín de Porres.

Pese a que esta área ha sido considerada como zona rígida por la Municipalidad del Rímac, los comerciantes informales ofrecen su mercadería durante el día y la noche sin que ninguna autoridad haga algo para sacarlos de allí.

Artículos de belleza, cocina, decoración, tecnología, entre otros, nuevos y usados, son ofrecidos por los vendedores que están apostados en los accesos al puente.

OTRA "CACHINA". Esta zona se ha convertido en una nueva "cachina", según contaron algunos vecinos, quienes se quejaron del aumento de la delincuencia y de la acumulación de basura.

En ese sentido, manifestaron su preocupación ante la microcomercialización de drogas y los constantes robos cometidos por sujetos que rompen las lunas de los vehículos de transporte público y particular usando bujías.

INSISTEN. Pese a los constantes desalojos por parte de la comuna distrital, los ambulantes retornan al lugar una y otra vez.

En enero pasado, unos 200 ambulantes que ocupaban ilegalmente las pistas y veredas, en las inmediaciones del Trébol de Caquetá, fueron desalojados por el municipio del Rímac.

En esa ocasión, el alcalde Enrique Peramás explicó que el desalojo era parte de un plan de recuperación de espacios públicos para sembrar áreas verdes, y mejorar la seguridad en la zona.

En mayo del año pasado, unos 40 ambulantes que estaban ocupando las pistas y veredas de acceso al Puente Caquetá fueron desalojados.