Tras siete meses de cierre obligado debido a la pandemia de Covid-19, finalmente este 15 de octubre la Ciudad Sagrada de Caral reabrió sus puertas en medio de una serie de medidas de bioseguridad, anunció la doctora Ruth Shady Solís, directora de la zona arqueológica.
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Tanto el milenario centro urbano ubicado en el valle de Supe, provincia de Barranca, como los sitios arqueológicos Áspero, ciudad pesquera de la Civilización Caral ubicada en el distrito de Supe Puerto, en Barranca; y Vichama, ciudad agropesquera de Végueta, en Huaura, pudieron concretar la reapertura al público luego de establecer rigurosos protocolos que fueron aprobados por el Ministerio de Salud.
Entre las nuevas medidas que serán adoptadas destacan que las entradas ahora deberán ser reservadas con tres días de anticipación a través de la web del centro, además al ingresar a cada sitio arqueológico se medirá la temperatura de los visitantes y se realizará la desinfección del calzado.
A esto se añaden las recomendaciones generales brindadas por las autoridades para evitar la propagación del virus, tales como el uso obligatorio de mascarillas, la desinfección de manos y el distanciamiento físico de metro y medio entre cada persona.
El ingreso a la Ciudad Sagrada de Caral será gratuito para nacionales y extranjeros hasta el 15 de noviembre. El costo del servicio guiado, sin embargo, se mantiene en 20 soles.
Además, las visitas se realizarán en grupos de hasta nueve personas, quienes serán guiadas por un orientador turístico local, quienes previamente son sometidos a pruebas de descarte de Covid-19 y han sido capacitados en protocolos de bioseguridad.
Un comunicado emitido por el Ministerio de Cultura detalla que el aforo de los centros de recepción de visitantes, centros de información, áreas de comedor, servicios higiénicos y estacionamientos, han sido reducidos a la mitad.
Por otro lado, los horarios de atención tanto para la Ciudad Sagrada de Caral como para Áspero y Vichama serán de lunes a sábado de 10:00 a.m. a 4:00 p.m.
La reapertura del centro arqueológico reconocido como Patrimonio Mundial por la Unesco, coincide con el 26 aniversario de los trabajos de investigación, conservación y difusión en la zona.