Carbonizados
Carbonizados

Triste final. Dos niños, de un año y medio y nueve años de edad, perecieron calcinados en un incendio que redujo a cenizas cuatro viviendas, entre la noche del miércoles y la madrugada de ayer, en el jirón Arequipa, cuadra 1, de esta ciudad.

Las víctimas son Jair García Querevalú (9), a quien llamaban "Cañita", como a su padre, y Lenin Esnaider Pérez García, sobrino del primero, quienes domiciliaban en la vivienda de jirón Arequipa N° 180, Paita.

Sebastián García Cárcamo y Narcisa Querevalú Cárcamo, padres de Jair y abuelos de Lenin, habían salido para asistir a una misa, dejando a los pequeños.

Según varios vecinos, había apagón y los menores salieron de su vivienda alrededor de las nueve de la noche para pedir unos fósforos, a nombre de su mamá, por lo que accedieron a su solicitud.

Se presume que en su casa han encendido una vela y han puesto llave a la puerta, con tan mala suerte que se habrían dormido y la vela habría caído sobre material inflamable, iniciándose el siniestro.

El fuego se extendió y alcanzó un balón de gas, lo que provocó una explosión que destrozó las lunas de las ventanas.

TESTIGO. La vecina Aleida Puchulán Espinoza (20), que domicilia en el predio aledaño (jirón Arequipa N° 181), dijo que a las 11 de la noche regresaba de su trabajo en el Centro de Entrenamiento Pesquero cuando escuchó unos gritos de niños, pero no les dio importancia, porque son usuales.

Mencionó que se ha duchado, cenado y cuando se disponía a descansar, advirtió que salía humo de la parte posterior de la vivienda vecina, área donde quedaban los cuartos de los menores.

Entonces empezaron a reventarse las lunas, por lo que ella se desesperó y empezó a gritar, pero todos estaban dormidos y nadie la escuchaba inicialmente. El incendio se propagó a las casas aledañas y ante la emergencia retiró unas cañas del techo y el balón de gas de su domicilio.

SIN AGUA. El siniestro se prolongó por unas cuatro horas, favorecido porque no tienen agua ni por horas y los bomberos llegaron cuando dos casas ya estaban destruidas, incluso había serenos municipales que se limitaban a ver lo que ocurría, sin brindar ayuda, expresaron mortificados los moradores.

Pero se contó con el apoyo de alumnos, familiares y vecinos. Aunque no faltaron quienes aprovecharon la desesperación para robar algunos enseres de las familias damnificadas.

Según Sebastián García y otros familiares de los pequeños, las llamas se habrían producido por un corto circuito en una casa aledaña. Y Rosa García, tía de las víctimas, mencionó que pensaban que los vecinos habían logrado sacar a los niños y los buscaban, por eso cuando entraron al predio ya era demasiado tarde.

AYUDA. Los vecinos pidieron que las autoridades brinden apoyo a las cuatro familias damnificadas por el siniestro, pues se trata de 18 personas humildes, incluidos siete menores, dos de ellos bebés.