"Hay que animar nuestra fe, abran su corazón y confianza a Jesús", fueron las palabras del reverendo padre Manuel Rodríguez Rodríguez a más de 200 personas que ayer participaron con devoción en la "misa de sanación" que cura el espíritu y cuerpo de los enfermos.
Con hábitos morados y rosarios en las manos, feligreses adultos, ancianos y niños llegaron al encuentro de fe y oración que se cumplió en el colegio Santa Dorotea desde las 15:00 horas. "Marcos 16:17 dice que los que crean en Jesús cuando impongan sus manos sobre los enfermos, los verán sanar", dijo entre alabanzas el religioso.
"Gloria al Señor no a mí", respondía el padre cuando los creyentes emocionados agradecían el milagro de fe.
La celebración fue organizada por la Filiación Cordimariana y la Asociación de Catequistas San Antonio María Claret.
Gabriela Alosilla