Era un panorama para el olvido: cuerpos atrapados entre los fierros de un vehículo destrozado que evidenciaba la violenta colisión. Y a unos metros más de la trágica escena, un tráiler azul que ni el parabrisas mostraba rasgos de haberse rajado.
Lo peor vino después. Al reconocer que se trataba de cinco personas, integrantes de una familia, las que habían perdido la vida de forma espeluznante, la atmósfera se cargó de pena y pareció invadir la sombría carretera Panamericana norte.
TRISTE FINAL. Las víctimas perecieron en un accidente de tránsito en el kilómetro 63.5 de la vía nacional, cerca al peaje ubicado en la mencionada carretera.
A las 2.25 de la madrugada de ayer, según los peritos de la Policía, el Station Wagon marca Hyundai, color plomo, de placa B1V-331, conducido por Carlos Enrique Villegas Imán (45), invadió el carril contrario produciéndose un choque frontal con el remolcador de matrícula P1Y-906, marca Volvo, con semi remolque ZD-6594, que era manejado por Óscar Saldarriaga Torres (52).
Por la violencia del impacto, los ocupantes del vehículo menor quedaron prisioneros de los fierros retorcidos, algunos de ellos mutilados.
Los muertos registrados son: el chofer Carlos Villegas, quien venía acompañado de su esposa Iris Delfina León Gálvez (37); además, Cristina Pilar Gálvez Ruidias (49), tía de su esposa y madre de Nataly Abigail Navarrete Gálvez (16). También estaba la abuela Santos Ruidias Castro (82), madre de Cristina.
PENOSO RESCATE. El personal de la Compañía de Bomberos N° 67, con el apoyo de serenos y de la Policía de Control de Carreteras, tuvo la misión de rescatar, entre los fierros retorcidos, a los cinco tripulantes del Station Wagon que estaban atrapados y con múltiples fracturas y desprendimientos.
Uno a uno fueron retirados y, posteriormente, trasladados a la morgue de esta ciudad por disposición del fiscal Raymond Luna de la Cruz, quien llegó hasta el lugar de los hechos al mismo tiempo que el médico legista Edwin Paredes Ruiz. Ambos acudieron a la diligencia a las 3 de la madrugada.
EN UN CUMPLEAÑOS. Correo tomó conocimiento que el último sábado, al mediodía, las ahora víctimas viajaron con destino a Sullana, donde iban a participar del cumpleaños de un familiar cercano.
En la fiesta, la familia de Villegas Imán pasó horas de gran alegría; sin embargo, pasada la medianoche sus miembros se despidieron con la promesa de retornar, sin saber que no volverían a verse con vida jamás, pues encontrarían horrible muerte en la carretera apenas una hora después. C
Los trabajadores del área de mantenimiento de la empresa Daiving, tras tener conocimiento de la trágica muerte de Carlos Enrique Villegas Imán, no pudieron contener sus lágrimas y abandonaron su centro de trabajo para acudir a la morgue, donde se convencieron de la trágica muerte de quien fuera su jefe.
Oswaldo León Romero dijo a Correo que "hasta el día viernes trabajamos juntos reparando una máquina; de allí no lo volví a ver, hoy (ayer) que acudí a trabajar me encuentro con la trágica noticia y la verdad me parece mentira; era un buen jefe".