Por celos sujeto ataca a pareja con una tijera y otro deja a conviviente sin cama

La discusión comenzó por celos, uno golpeó a su enamorada e intentó llevarse sus bienes y su cama para que duerma en el piso. Otro sujeto furioso propinó puñetes a su conviviente para luego atacarla con una tijera, causándole lesiones en el cuerpo. Esta vez, las agraviadas no se quedaron calladas clamaron por ayuda, policías y serenos, llegaron para detener a los agresores. Uno pudo escapar raudo, el otro acabó en la comisaría para responder por violencia familiar.

VIOLENTOS . Por celos enfermizos un joven golpeó a su novia, una joven universitaria, en la cuadra siete del jirón Los Alelíes de la urbanización Covitsa. Los gritos y el llanto alertaron a la dueña del inmueble que su inquilina Paola Yoselin L. (20), era golpeada por su pareja Leo Medina A. (27) quien además pretendía llevarse su cama y el velador del cuarto de la estudiante. María del Carmen Castro, se enfrentó al sujeto que estaba como ‘loco’. Ante el escándalo, los vecinos llamaron a los serenos de El Tambo. El agresor al ver a los agentes, huyó del lugar, dejando a su pareja maltratada. Apenas salió el alba, ayer, Angélica Chávez Q. (30), llegó a la comisaría de Familia para denunciar a su cónyuge. La mujer relató que fue golpeada por su conviviente Michael Medina V. (29) quien luego la atacó con una tijera, causándole lesiones en el hombro izquierdo. El hecho sucedió en la vivienda de la cuadra uno del jirón José Galvez. El agresor quedó intervenido. Otro hecho similar se produjo en el pasaje Las Malvinas del distrito de Chilca. Los gritos desesperados, movilizó al personal del Serenazgo que acudió al Echadero donde estaba Raquel Rojas (31), quien cargaba a su hijo de un año. Ella denunció a su esposo Juan Gallegos (38), que le do una paliza sin importarle el llanto de su vástago. Solloza, Raquel, contó que su pareja llegó en la madrugada y al reclamarle, éste le respondió con golpes.

CASOS. De cinco a 8 denuncias diarias de violencia familiar se reciben en las comisarías de Huancayo. La mayoría de víctimas son mujeres convivientes.