Los más de 50 pueblos indígenas del Perú vienen demandando, desde sus organizaciones, una respuesta sanitaria inmediata e intercultural para enfrentar la pandemia de coronavirus (COVID-19), señaló Amnistía Internacional, organización de DD.HH.
De acuerdo con la entidad, el Estado peruano debe desarrollar una estrategia especialmente dirigida a los pueblos originarios, que tome en cuenta las vulnerabilidades históricas que enfrentan, como altas tasas de desnutrición y anemia, y bajo acceso a servicios como agua, luz e internet.
Asimismo, se ha de considerar las grandes limitaciones para acceder a centros de salud, dadas las grandes distancia o carencia de medios de transporte o conectividad. Según el INEI (2017), solo 15% de la población indígena amazónica tiene acceso a vías terrestres afirmadas y más del 70% accede por vía fluvial a la capital de su distrito, lo cual evidencia sus dificultades para acceder a servicios básicos de salud de manera oportuna.
“Esta emergencia sanitaria está arrojando luces sobre siglos de exclusión social y desprotección de los pueblos indígenas. Hoy, con casos de COVID-19 registrados en territorios indígenas, la vida de miles de personas está en riesgo. El Gobierno peruano debe garantizar el acceso a servicios de salud y a alimentos, reforzando (y no debilitando) las estrategias de aislamiento que ya vienen realizando”, dijo Marina Navarro, directora de Amnistía Internacional Perú.