David Quispe muestra a sus juguetes en una cuarentena similar a la que él vive. (Foto: David Quispe / Difusión)
David Quispe muestra a sus juguetes en una cuarentena similar a la que él vive. (Foto: David Quispe / Difusión)

Hay un “toyvirus” en el ambiente, un virus que obliga a los juguetes a usar mascarillas y permanecer en casa. David Quispe tiene 10 años y vive en . Él ha creado una historia que se parece mucho a la suya y a la de miles de otros niños que enfrentan la pandemia del coronavirus ().

Su cuento está ilustrado con fotografías. En una de las imágenes, se observa a tres de sus juguetes preferidos: ‘Woody', ‘Forky’ y ‘Buzz’ –los mismos de la saga de – mirando el exterior a través de una ventana. Los brazos de ‘Buzz’ están abiertos, como esperando abrazar un mundo que es un reflejo en el vidrio.

“Ahorita estamos en casa, estamos preocupados y estamos tristes porque no estamos como siempre”, dice David. Extraña el colegio, a sus familiares y a la pizza.

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¿Cómo pedirle a un niño que exprese lo que se siente en medio de esta pandemia?, se preguntó Karen Espejo, comunicadora y docente del colegio Andino School, situado en la provincia cusqueña de Anta. Tras ver algunas imágenes del trabajo de la irlandesa Agnieszka Mash, quien fotografió una boda ficticia con los muñecos de su hija como protagonistas, a Espejo se le ocurrió que sus alumnos de quinto y sexto de primaria podían hacer algo similar.

“A lo largo de este año, como parte de un taller de prensa, los niños ya venían aprendiendo conmigo diversas técnicas fotográficas, planos y efectos con la cámara y el celular. Ahora quedaba poner en práctica lo aprendido. Sin embargo, más allá de la belleza visual de muchas de sus fotografías, lo que más llamó mi atención fue el contenido de sus historias”, relata la profesora.

Cuentos en confinamiento

Caleb Ruiz (10) se define como un amante de los detalles, y esta tarea se la tomó en serio. Confiesa que debió tomar muchas fotos para conseguir la perfecta para él y transmitir lo que buscaba. Su trabajo se tituló “La historia de Alex”, donde el protagonista –un muñeco de Lego– es una suerte de alter ego suyo .

Caleb Ruiz grafica el momento en que el presidente Vizcarra comunica acciones frente al COVID-19. (Foto: Caleb Ruiz / Difusión)
Caleb Ruiz grafica el momento en que el presidente Vizcarra comunica acciones frente al COVID-19. (Foto: Caleb Ruiz / Difusión)


“Las actividades de Alex están inspiradas en mí. Por ejemplo, un día ve la televisión y el presidente Martín Vizcarra anuncia que la pandemia del COVID-19 ha llegado al país. Dice que es muy peligrosa y por eso declara la cuarentena”, comenta.

A partir de ese momento, la vida de Alex –como la de Caleb– cambió. Comenzaron las clases virtuales, pero también la imposibilidad de disfrutar, como antes, del aire libre. “Los fines de semana viajaba, iba de paseo al campo”, señala el autor, y agrega que lo primero que haga cuando se acabe la pandemia será retomar el tenis. “Yo quisiera ser tenista. Debo practicar muchos mis saques”, manifiesta.

Al igual que Caleb y David, Maya Valentina García también se inspiró en la realidad para crear una historia sobre la pandemia. En su cuento gráfico, la protagonista es Camila, una muñeca que desea ir a visitar a su abuelo, pero el estado de emergencia se lo impide. Camila observa un mundo bajo la oscuridad de la noche, preocupada, sin comprender por qué los días pasan sin una solución. Entonces descubre algo: la gente no cumple la cuarentena. Que las personas no hagan caso a las medidas de seguridad es un hecho que también inquieta a Maya.

“Me siento un poco insegura porque mi papá sale a trabajar y no sé si las personas con las que ha estado están con COVID-19. Me aterra mucho la posibilidad de que mi papá se contagie y me contagie a mí y a mis familiares”, revela.

En el relato, al ver que la situación no mejora, Camila decide buscar a un chamán que cura a la gente con plantas. “Para hacer la historia del chamán, me inspiré en mi abuelito”, quien vive en la selva de Cusco y conoce de plantas medicinales, señala Maya. “Puede que la solución (a la pandemia) esté en una planta, como en mi cuentito”, añade.

Esperanzas

“Mientras revisaba los trabajos, sentía que estos niños, más que cumplir con una tarea escolar, buscaban dejar una lección y un mensaje positivo para el mundo adulto. Entre líneas, parecían decirnos que tengamos paciencia, que en toda historia –ficticia o real– siempre puede haber un final feliz”, afirma Karen Espejo.

Maya García espera el momento en que se anuncie el fin de la pandemia. (Foto: Maya García / Difusión)
Maya García espera el momento en que se anuncie el fin de la pandemia. (Foto: Maya García / Difusión)


Maya dice que lo que más añora de los días previos a la pandemia es pasear con su papá y comer helado de fresa. “Tiene mermelada por dentro y chocolate. Me encanta, es lo que más extraño”, comenta.

Para volver a disfrutar de esos momentos, en su opinión, el único camino es el trabajo conjunto. “Veo gente que no usa la mascarilla. Creo que vamos a tener que seguir los protocolos de seguridad para poder salir de esto, y trabajar en equipo”, indica.

De opinión similar es David. “Mi recomendación para todos es que nos debemos cuidar de esta enfermedad, y si nos enfermamos, protejamos a los demás guardando el aislamiento en nuestras casas. Debemos ser solidarios”, sostiene.

También Caleb aconseja quedarse en casa. “Que solo una persona salga, y luego se cambie de ropa y se bañe para prevenir el COVID-19”, señala.

Si se cumplen esas disposiciones, es seguro que habrá un final, como en sus cuentos, donde los juguetes superan la emergencia.

DATO

Los cuentos están disponibles en este .

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