Si usted cree que las llamadas "peperas" solo actúan en bares de zonas deprimidas, está equivocado. Estas delincuentes han ampliado su espectro a exclusivas zonas de Miraflores, como la Calle de las Pizzas, y hasta el balneario de Asia.

El coronel PNP Raúl Manyari Castellares, de la División Territorial Norte 2, informó que la letal presencia de estas mujeres ha dejado en lo que va del año unas 20 víctimas, de las cuales tres perdieron la vida.

Sin embargo, las cifras no son para sonreír.

Durante el 2012, el laboratorio de criminalística de la PNP confirmó la presencia de benzodiasepan (tipo de pastilla que utilizan para hacer dormir a sus víctimas) en la sangre de 150 personas, de las cuales 98 eran hombres y el resto mujeres.

PROTOTIPO. Si usted ve a jovencitas de entre 18 y 25 años, con prendas por demás indiscretas que rondan por su mesa en restaurantes o bares, tenga cuidado. Puede tratarse de unas "peperas".

"Caí rendido sobre tanta belleza. Ella se acercó a mí y me invitó una trago, luego de varias copas desperté en una habitación que no era la mía. No me acordaba de lo que había pasado, solo sabía que mi cabeza estaba a punto de explotar, cuando revisé mis cosas me di cuenta que el dinero que tenía en la billetera no estaba", contó César.Q.P(20), quien hace una semana fue "pepeado" en un bar de Comas.

Estas jovencitas deciden usar sus encantos para seducir hombres a quienes poder robar, asaltar si es necesario. Escogen muy bien su vestuario, el lugar donde van a actuar, los somníferos que emplearán, el hotel, etc.

Una de las modalidades es que ellas piden tomar una gaseosa o trago y, al menor descuido, aprovechan para echar un potente somnífero. Incluso pueden ser varias pastillas de Diazepan molidas.

PELIGRO AVANCE. Ellas son expertas en el uso de esos potentes somníferos y ahora han ampliado su presencia. Si antes se reportaban casos en los conos de la ciudad y en los bares del centro de Lima, ahora han expandido su accionar (ver infografía).

No tienen contemplación de sus víctimas. Los abandonan totalmente desnudos y poco les importa si mueren por las dosis que les dieron o fallecen por sobredosis, paro cardiaco, insuficiencia respiratoria, etc.

Los que han podido soportar el trago envenenado despiertan con un fuerte dolor de cabeza, somnolientos y con abundante sed, sus recuerdos son vagos, no saben si llegaron a tener sexo con la chica, no recuerdan ni su nombre.

El coronel Manyari Castellares afirma que atrapar a estas delincuentes muchas veces se torna difícil, porque operan intermitentemente y suelen llevar a sus presas a hoteles que se encuentran lejos de los locales a donde tradicionalmente van.

"Este delito es muy frecuente, pero muchas veces las víctimas no denuncian por vergüenza o porque se encuentran bajo el efecto de las pastillas y no recuerdan nada", informó.

CON CUIDADO. El médico Pedro Chirinos Ruiz, del centro de salud de la municipalidad de Vitarte, alertó a la población que sufre de diabetes, son hipertensos, obesos o sufren de alguna cardiopatía, a tener cuidado y no tomar un trago con mujeres desconocidas en lugares públicos.

Uno de los ansiolíticos que ellas usan puede causar en este tipo de personas una muerte repentina.

"Dependiendo de la cantidad de pastillas que les den, incluso pueden presentar un paro cardiorrespiratorio que les causará la muerte instantánea", explicó.

A los más fuertes, los va a dormir en el acto y cuando despierten luego de muchas horas de sueño, no, recordarán lo que han hecho.

TESTIMONIO

"Eran las 12 de la noche y decidir tomar un taxi metropolitano, para mayor seguridad. Pagué con 50 soles, pero el chofer no tenía sencillo, por lo que se detuvo en una discoteca a la altura de la cuadra 21 de la avenida Perú, para cambiar el billete. Como se demoraba, ingresé para reclamar mi plata. Lo vi tomando cerveza con dos morenas agraciadas. Cuando le exigí mi vuelto, el tipo me invitó un vaso de cerveza. Recuerdo que tomé el licor y luego sentí que me llevaban a empujones. No podía pararme. Creo que me llevaron a un cajero y luego me dejaron a una cuadra del río Rímac. Después no supe más hasta que desperté cinco horas después, sin tarjeta de débito, plata ni celulares", nos cuenta Alfredo, víctima de otro tipo de "peperas".

TAMBIEN ELLAS. La Policía alertó que el mal ejemplo de las "peperas" también lo han seguido algunos jóvenes delincuentes. Son en su mayoría jóvenes agraciados, de buen aspecto, que aparentan trabajar en grandes compañías y por lo general tienen entre 22 a 30 años.

En estos casos no solo roban a sus víctimas, sino también son ultrajadas. Estos jovencitos buscan a chicas solas, que carecen de afecto o que han sido engañadas. "Ellos se acercan a las jovencitas en los centros nocturnos de distritos exclusivos", se hacen amigos y en un descuido echan una pastilla en el trago de su víctima.

Luego se las llevan a lugares lejanos, para luego robarles y en el peor de los casos abusar de ellas, informó el coronel PNP Raúl Manyari Castellares de la División Territorial Norte 2.