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Nos encontramos en una de las ciudades más vulnerables antes desastres naturales por las fallas geológicas, el avance del calentamiento climático y por supuesto las emergencias, factores que contribuyen en mayor porcentaje a la vulnerabilidad de la región, debido a la escasa preparación de la ciudadanía para evitar, soportar, mitigar o recuperarse tras un desastre.

“"Mediante diversos estudios, muchas municipalidades distritales cuentan con un mapa de riesgos y peligros, que muestra las zonas intangibles y de mayor riesgo del Cusco, sin embargo, este instrumento de gestión muy valioso no se respeta por las autoridades y mucho menos por la población, un claro ejemplo es la forma desordenada en que Cusco ha crecido, las casas están en lugares que representan un riesgo latente a la ciudadanía"”, afirmó Gustavo Infantas, jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci).

Sin embargo, a diferencia de años anteriores el jefe de Indeci aseguró que a través de las distintas capacitaciones y labores de la institución se ha comprobado que la cultura de prevención ante desastres y emergencias ha mejorado poco a poco en un 15%, debido a que la población y sobre todo las autoridades en estos último años han mostrado interés por temas de prevención antes diferentes situaciones de riesgos que se puedan suscitar.

Colegios. Sin duda alguna, los colegios de la región cusqueña han demostrado el avance de cultura de prevención que tienen mediante los simulacros que se realizan en el año. Gustavo infantas, señala que un 99% de la población escolar muestra interés y participación activa en simulacros y demás actividades relacionadas a la prevención de desastres naturales y emergencias.

Por su parte, el subgerente de normatividad y gestión ambiental de la gerencia de recursos naturales del Gobierno Regional de Cusco, Edwin Mansilla, afirmó que el sector Educación es el único que demostró la seriedad y la colaboración en los simulacros. “

“Antes los simulacros tenían mucho de teatro, las instituciones de respuesta como los bomberos o Indeci eran los que actuaban más la participación tenía que ser conjunta ya que los simulacros buscan crear dentro del subconciente de las personas una respuesta autónoma o una reacción por instinto ante las emergencias”, citó.

Comportamiento. Contrariamente a lo que muchas personas creen, las acciones de prevención y respuesta a los desastres dependen, ante todo, de la capacidad de las familias, organizaciones, instituciones y autoridades. “

“El terremoto puede matar pero más víctimas tiene la indiferencia, si estamos preparados los daños serán menos como va a crecer el país si no tenemos las garantía estructurales en las calles y en nuestras casas, todos tenemos que involucrarnos en la gestión de riesgo de desastre s naturales y de emergencias”, asegura infantas ante el desinterés que aún existe de las ciudadanía y de las autoridades por acudir a las capacitaciones o por generar políticas de gestión de riesgos de desastres en la planificación y ordenamiento territorial de éstas, identificando las zonas más seguras para su crecimiento y densificación, así como los proyectos y medidas de mitigación necesarias para reducir los niveles de riesgo.

Por su parte, el subgerente de Normatividad y Gestión Ambiental, mencionó que una de las cosas por las que más se desesperan las personas ante una situación de emergencia es porque son conscientes de que no esta preparados para afrontar estos hechos, es decir que carece de una formación en cultura de prevención.

"Las familias deben conversar y preguntarse si ante un incendio se posee un extintor o ante una emergencia médica se tiene un botiquín, allí recién podemos medir si realmente estamos preparados y lamentablemente aún nos falta desde la familia se debe cultivar estos valores que aporten a la cultura de prevención", dijo”.

Además, Edwin Mansilla, refiere que a pesar de que se cree que las zonas rurales son las más afectadas en caso de emergencias muchas veces no es así debido a que las características y niveles de cohesión de las comunidades grupos sociales, se traducen en actitudes y acciones solidarias para afrontar los riesgos y situaciones de emergencia al mismo tiempo señaló que la participación comunal constituye aspectos determinantes para lograr mejores actitudes.