& Gran alarma entre los pobladores de Lurín causó ayer una potente detonación en la fábrica de explosivos Exsa, donde hace cinco años se produjo una tragedia que dejó cuatro muertos y varios heridos. Afortunadamente, esta vez no se registraron daños personales.
El hecho se produjo cerca de las 17.00 horas, en el kilómetro 40 de la Panamericana Sur. Tras la aterradora explosión se podía observar desde varios metros a la redonda una intensa humareda y una especie de manta de polvo. Las ventanas de las casas aledañas se quebraron tras el estallido.
Las personas comenzaron a correr hacia la fábrica en busca de información de sus seres queridos, pues en ella trabajan numerosos pobladores de la zona.
A través de un comunicado, la empresa informó que se trató de una "explosión controlada", que formaba parte del proceso de eliminación de desechos explosivos.
"Esta actividad, si bien no es de rutina, se realiza en varias oportunidades del año. Los niveles de polvo apreciados a distancia han sido mayores a los habituales debido al intenso asoleamiento del suelo", refería el documento.
El alcalde de Lurín, Jorge Marticorena, manifestó que la explosión ocurrió en la zona conocida como "crematorio", en la que se incineran deshechos.

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