En medio de la desolación y el dolor, Paruro clama que el apoyo ofrecido por el Estado y otros se haga efectivo a la brevedad para recuperar la infraestructura dañada durante el fuerte movimiento telúrico ocurrido la noche del sábado.

Y aunque el dolor de haber quedado literalmente en la calle por que sus viviendas fueron seriamente dañadas, los pobladores de esa localidad perteneciente al departamento de Cusco, difícilmente lograrán recuperarse de la muerte de 8 de los suyos que nada pudieron hacer contra la furia de la naturaleza.

Como se recuerda a las 21:35 horas del sábado último esta zona soportó un sismo de 5.1 grados que dejó el triste saldo de ocho muertos, 575 damnificados, 75 afectados y cinco heridos, de acuerdo al último reporte de Defensa Civil.

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