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El botadero de Chilla abarca 10 hectáreas que hoy lucen completamente llenas de basura, generando no solo un mal aspecto en la zona sino también que se ha convertido en foco infeccioso iniciador de enfermedades.

Cabe señalar que días antes los camiones recolectores ya no botaban basura en la zona, ya que los vecinos impidieron el paso de los vehículos para evitar mayor acumulación de residuos sólidos.

Ante esta difícil situación, se llevó a cabo el taller sobre recuperación de áreas degradadas por residuos sólidos en el sector de Chilla, a cargo del equipo de estudios de Cooperación Japonesa (Jica), con el fin de elaborar un proyecto para el cierre definitivo de este botadero y recuperar estos terrenos contaminados.

Milagros Ortiz, integrante del equipo, sostuvo que ellos vienen realizando un estudio desde principios de este año con el objetivo de clausurar este lugar.

Sin embargo, Ortiz señaló que el estudio y la elaboración del proyecto para la construcción del relleno sanitario, que tanto necesita la ciudad, tomará por lo menos 2 años.

No obstante, hasta el momento la municipalidad no dispone de un terreno para la construcción del relleno, un obstáculo para hacer realidad la obra tan necesaria en Juliaca.

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