David Cajahuaman, el casamentero que unió a 1500 parejas
David Cajahuaman, el casamentero que unió a 1500 parejas

Escritor, poeta y casamentero. David Cajahuamán Picoy, fue el encargado de casar civilmente, por más de 15 años, a las personas que llegaban a la municipalidad distrital de Amarilis ().

“Ya no recuerdo exactamente a cuántas parejas casé, deben ser más de mil quinientas. Es un trabajo que compete mucha responsabilidad”, dice.

Cuenta que a lo largo de su trabajo en el área de Registro Civil, fue testigo de un sin número de casos y anécdotas.

-Un año, un médico vino a contraer nupcias a la municipalidad, todo estaba listo para la boda, minutos previos a la ceremonia ingresó a la comuna un niño, se me acercó y me pidió que no lo casara porque era su padre y ya estaba casado- recuerda.

Dice que ese hecho fue todo un drama. “Me acerqué al médico, y le dije que no podía casarlo porque YA estaba casado, el hombre se enfureció y negó tener otro compromiso. Se fue a quejar con el alcalde, la autoridad me ordenó casarlo. Me negué y le dije que si quería que el matrimonio se realice, que los casara él. Pero antes le informé que tenía la partida de su hijo que indicaba que era casado”, comentó.

POLIFAcÉTICO. David llegó a trabajar a la municipalidad de Amarilis, por invitación del alcalde Julio A. Ruiz Vásquez. “Mi plaza original era de bibliotecario, al pasar el tiempo y luego de capacitarme en Lima, quise cambiar el modo de atención al público, por tratar de innovar el área me mandaron a Registro Civil”, sostiene.

Antes ejerció periodismo en radio JSV, publicó libros de poemas en Lima, Colombia, Cuba, México y Venezuela. Sus obras están en la Biblioteca Nacional.

¿Cuál es el tema de sus publicaciones?

La mujer y los niños. En ‘Poemas de ira’ y ‘Poemas de la Alborada’, abordo esa temática.

¿Estuvo en la cárcel?

En 1994 estuve preso, acusado de terrorismo. Era militante de izquierda, muy pegado a los libros, pero eso no me hacía terrorista. Tener los Siete Ensayos de Mariátegui en tu biblioteca te convertía en sospechoso. Por eso, mi familia quemó todos mis libros, incluido los que escribí. Tuve que buscar en las bibliotecas mis propias publicaciones, fue lamentable.