El “Monstruo del Garrote”, el asesino en serie de Huaral que mató a 13 personas

Actualizado el 25/03/2018, 11:02 a.m.

Diecisiete años después de la captura de Pedro Pablo Nakada, conocido como el “Apóstol de la Muerte” y considerado el mayor asesino serial del país tras atribuírsele 25 crímenes, el pueblo de Huaral volvió a revivir el terror. Esta vez fue a manos de Domingo Norabuena Espíndola, alias el “Monstruo del Garrote”, quien el pasado domingo logró ser capturado cuando iba a asesinar a su próxima víctima.

Norabuena Espíndola, natural de la provincia ancashina de Recuay y de infancia dura, llegó hace aproximadamente 30 años al fundo Los Huertos, en Huaral. Allí construyó una humilde vivienda junto a su esposa y sus hijos para dedicarse a las labores de agricultura y otras actividades. Hace pocos años adquirió un mototaxi, con el que salía todas las noches a trabajar, pero también a dar rienda suelta a su instinto criminal. Al “Monstruo del Garrote” se le atribuyen al menos 13 asesinatos y otras tantas agresiones, según señaló el mayor Alcibiades Silva, de la comisaría de Huaral. Todas sus víctimas eran personas en estado etílico a las cuales esperaba fuera de las fiestas o centros de diversión. Una vez que estas abordaban su unidad, el sujeto las llevaba hacia un descampado. Allí les robaba sus pertenencias y luego las asesinaba con un garrote (de madera o de metal), para después arrojar sus cuerpos a un canal de regadío.

PERFIL

Tras ser detenido en el Departamento de Investigación Criminal de Huaral, el “Asesino del Garrote” confesó ser el autor de cinco crímenes, los cuales contó al detalle a los agentes del orden. El jefe de la División Policial de Huaral, coronel PNP Dino Escudero, informó que durante la entrevista el criminal señaló haber sufrido una serie de maltratos desde la infancia, lo cual habría sido una de las causas de su accionar.

Según la psicoterapeuta Carmen Gonzales Cueva, un asesino en serie es una persona con un nivel de perturbación tan alto que siente la compulsión incontrolable de matar a una persona tras otra, casi siempre en la misma forma y sin conocer a sus víctimas. “Muestran el lado más oscuro de la naturaleza humana”, señaló la también directora de la Clínica de las Emociones.

Asimismo, indicó que en toda patología existen tres factores: los genéticos, los determinantes -que son los vinculados a la crianza- y los detonantes. Los más importantes son los de la crianza, es decir, la calidad de los afectos vinculados a la primera infancia.

Tanto en el caso del “Apóstol de la Muerte” como del “Monstruo del Garrote”, la especialista indicó que es muy difícil que estos asesinos puedan revertir su patología para reinsertarse en la sociedad. Indicó que estas personas requieren un permanente control de su conducta.

SOBREVIVIENTE

Una víctima fue Eduardo Carrasco (46), quien en junio del 2017, junto a su esposa Jessica Moya (35), tomó el mototaxi de Norabuena tras celebrar, entre tragos y amigos, el aniversario de su centro de labores. Luego de varios minutos en la unidad, Carrasco, quien se encontraba bajo los efectos del alcohol, sintió un fuerte dolor en la cabeza que lo dejó desmayado por varias horas. Solo volvió a reaccionar cuando sintió que se ahogaba dentro de un canal de regadío, lugar de donde logró salir arrastrándose unos 200 metros hasta llegar a la ruta Huaral-Aucallama. Allí un taxista lo auxilió y lo trasladó hasta el hospital más cercano. Su esposa, quien también fue atacada de la misma forma, falleció.

“Soy un sobreviviente y pido cadena perpetua para el sujeto que me arrebató a mi esposa y a la madre de mi hija”, señaló Eduardo Carrasco.

EN JAPÓN

Condenan a muerte a peruano

El pasado 9 de marzo, la justicia de Japón condenó a pena de muerte al peruano Vayron Jonathan Nakada Ludeña (32), quien fue acusado de asesinar a seis personas en un barrio de Tokio en el 2015. Él es hermano Pedro Pablo Nakada, el “Apóstol de la Muerte”. La defensa de Vayron señaló que de ser hallado culpable, apelará a las cortes superiores.