El problema del transporte también afecta a provincias
El problema del transporte también afecta a provincias

El tráfico es el segundo gran problema que tiene la capital. Según la encuesta, “Lima, como vamos”, la mitad de los limeños lo incluye dentro de los tres mayores problemas que enfrentan cada día en la ciudad.

Sin embargo, el tema del transporte no es solo un problema de los limeños. Durante los últimos años, las quejas sobre el transporte urbano se han extendido a las ciudades del interior del país con mayor expansión geográfica, comercial o turística.

Ciudades como Cusco, Arequipa, Piura y Chiclayo, con gran expansión urbana, experimentan una congestión vehicular como producto del crecimiento del parque automotor y la mala planificación urbana.

El horrible tráfico en las calles de Lima se ha descentralizado. Las causas del problema son varias, entre ellas están los malos hábitos del ciudadano, la falta de planificación urbana y el aumento de unidades vehiculares.

Parque automotor. A principios de año, un medio de circulación nacional informó que el parque automotor en la ciudad del Cusco se había incrementado en 328% en los últimos 10 años. Es decir, de 35 mil unidades que circulaban por las calles de la Ciudad Imperial, hoy se cuentan más de 115 mil.

Del mismo modo, a mediados de 2015 se informaba en la edición de Correo Lambayeque que por las calles de Chiclayo circulaban 85 mil vehículos, lo que según la Coordinadora Regional de Transporte Público de Lambayeque (Cortpul) ha generado que el sistema de transporte de esa ciudad colapse.

Según los informes de diversas instituciones, el crecimiento del parque automotor se mantiene por las compras de vehículos en provincias, lo que explica el exceso de las unidades y el colapso de los sistemas de transporte en las provincias.

Hábitos ciudadanos. Esta necesidad por comprar un vehículo responde a los hábitos del ciudadano con respecto al modo de transporte. Ya en 2015, David Cummins, especialista en transporte urbano de Xerox, en una entrevista para Correo, explicaba que en la solución del problema del transporte, el papel del ciudadano es muy importante debido a que debe estar abierto a aceptar otras alternativas para transportarse.

Cummins decía que aún existe la idea de que contar con un auto propio está visto como un símbolo de estatus, lo que impide aceptar que el incremento del parque automotor genera más tráfico.

Por su parte, Paloma Ruíz, del CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, indica que “por querer ir a todos lados en un carro particular, tenemos las ciudades congestionadas y rodamos a velocidades mucho más lentas de las que deberíamos”.

En Lima, por ejemplo, en las horas punta circulan los vehículos a una velocidad de 12 km/h y esto se replica en las regiones, aunque no tan fuerte como en la capital.

“Es importante pensar que todos los ciudadanos, en algún momento del día, somos peatones. Si los viajes a pie son mayoría, deberíamos proporcionar una infraestructura segura y cómoda para que se puedan realizar”, explica la especialista.

Planificación. En el capítulo dedicado al transporte en el Perú, de Diálogos de Política Pública, iniciativa que agrupa a exministros, exviceministros y especialistas en distintos puntos en el marco de la campaña electoral, se indica que “uno de los grandes retos identificados es la generación de una adecuada institucionalidad y la distribución de competencias de manera organizada y complementaria”. Es decir, establecer claramente las funciones de cada organización o ente estatal involucrados en el tema de la planificación y transporte urbano.

Por su parte, Cummins explica que “cuando uno habla de políticas de movilidad urbana se debe pensar en largo plazo, es decir de 15, 20, 30 años”.

Iniciativas. En Perú, la responsabilidad sobre el transporte urbano se encuentra sobre las gerencias de transporte de las municipalidades provinciales y distritales. Con el incremento de la congestión vehicular en las ciudades de provincia, hay iniciativas que han sido fructíferas. En distintas ciudades se han iniciado reformas de transporte para la peatonalización de los centros históricos, ciudades como Cusco y Arequipa los aplican.

“Esas medidas normalmente son favorables. Primero, ayudan a conservar el centro de las ciudades; y segundo, ayudan a organizar el tránsito y le dan un poco más de espacio al peatón”, dice Paloma Ruiz.

La solución no es única sino que cada ciudad tendrá sus propias soluciones, “pero es importante pensar que faltan planes de movilidad, porque como faltan estos, faltan datos”, concluye.

Objetivo

Hacia 2030, la ONU indica que se debe crear sistemas de transporte seguros y sostenibles, además de mejorar la seguridad vial, en particular mediante la ampliación del transporte público.

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