En conversación con algunos transeúntes por el centro de la ciudad, se deduce que 5 de cada 10 personas se sometieron, al menos una vez en sus vidas, a una curación con chamanes y sus prácticas curativas. Algunos otros, creyentes católicos y evangélicos, tildaron de tonterías y diabólicas a este tipo de prácticas.

TESTIMONIO. Ernestina (40), mientras vende polos en el centro de la ciudad, cuenta que hace dos años, tenía fuertes dolores en la espalda y que muchas veces en el hospital, los análisis siempre arrojaban los mismos resultados, no tenía nada.

"Mi comadre Mary, me recomendó que fuera en un curandero por Sapallanga, en un inicio yo dudaba, pero a tantos dolores e incones que sentía en mi espalda, fui. El curandero (chamán) me jubeo (frotar todo el cuerpo) con un cuy negro. Por medio de ello descubrió que me estaban haciendo un daño (brujería). Me pareció extraño pero después de eso, me sentí mejor, los dolores desaparecieron", cuenta Ernestina.

En la región Junín, en todo el país en realidad, muchos son los peruanos que recurren a este tipo de prácticas y rituales para solucionar sus diversos problemas de salud, economía y amor.

SE OPONEN. "No creemos en esas cosas del demonio", con una Biblia en la mano sentencian los esposos Juan (30) y Magda (28), ambos son cristianos evangélicos y dicen: "sólo Dios puede hacer milagros, oremos para que el señor con su divino amor pueda sanarnos de toda enfermedad desconocida. Si los doctores no pueden, Él lo hará. Los curanderos y chamanes tienen pacto con el diablo para poder realizar sus rituales".

RITUAL. Sentando en una mesa con cuadros de Sagrado Corazón de Jesús, velas encendidas y un fuerte aroma a incienso, nos recibe en su oficina el chamán huancaíno Julio Huaylas (40) y comenta: "existe la brujería blanca y la negra. Hace poco vino un joven de 25 años que tenía problemas con su esposa, de la noche a la mañana, empezaron a pelear constantemente. Aquí le hicimos un rezo y con la lectura de cartas descubrimos que una ex enamorada le había 'curado' para que peleara con su esposa. No solo hacemos trabajos para el amor, también curamos a enfermos que lo médicos no pueden diagnosticar, la brujería mala existe, pero nosotros no la practicamos".

Las opiniones son múltiples, negra o blanca, creencias o pura charlatanería, rituales diabólicos o no. Lo cierto es que son muchos los peruanos que alguna vez, al menos, pensaron en los chamanes como una alternativa de solución.

Chaman huancaíno, junto a colegas en la capital.