Familia a punto de ser sepultada

Con lágrimas en los ojos y la voz temblorosa, una madre del barrio de Santa Ana ruega por ayuda porque el techo de la casa rústica donde vive está apunto de colapsar y no encuentra ayuda.

Este es el calvario de Gricelda Munarris Ramos (55) quien junto a su hijo que es discapacitado pasaron el año nuevo en una casa que puede desplomarse de un momento a otro y sepultarlos vivos.

Aflicción. Según manifiesta Gricelda, el tronco que es el pilar del techo de la casa cedió a la lluvia y cayó abriendo un hueco en la parte superior de la vivienda.

“Esto sucedió el 30 de diciembre, como la casa es de adobe con techo de tejas que se sostiene de tronco y carrizos, cedió al tiempo y se cayó asustando a mi hijo quien se encontraba dentro al momento que sucedió”, dijo la madre, quien angustiada dio gracias al cielo que no sucediera algún accidente que lamentar en su ausencia.

Tormento. Gricelda, quien es madre soltera y que trabaja lavando ropa por más de 20 años, no obtiene el dinero suficiente para realizar mantenimientos a la vivienda.

“Con lo poco que gano debo solventar la comida y ahora no puedo refaccionar el techo que nos protegía de la lluvia”, dijo la señora, quien suplica a las autoridades a que le ayuden a arreglar el lugar donde habita.

Mientras espera una respuesta, Gricelda y su hijo, seguirán durmiendo bajo un techo que puede colapsar en cualquier momento porque el tronco del medió ha cedido.