Familiares exigen justicia por muerte de estudiante
Familiares exigen justicia por muerte de estudiante

Terribles escenas de dolor se vivieron ayer en la comisaría de Campodónico, hasta donde llegaron los familiares y amigos de Jamer Castillo Ayala (19), pidiendo justicia por su muerte. Con el ataúd del joven, los afligidos padres y allegados del que iba a ser ingeniero civil, y que el último jueves se resistió al robo de su mototaxi, exigieron a la policía la captura de los delincuentes que lo mataron con total sangre fría.

CASTIGO. Provistos de pancartas y gigantografías se apostaron en los exteriores de la citada dependencia policial y aunque no provocaron desmanes, exigieron hablar con el mayor Huver Alva. "Mi hijo era un estudiante destacado y su único error fue resistirse a los desgraciados que le quisieron robar su herramienta de trabajo. Exijo justicia y la pronta detención de estas personas", manifestó entre sollozos Himerita Ayala Guevara, madre del joven. Asimismo, Amlly Guevara Zapata, destacó las cualidades deportivas de su amigo. "Nunca le hizo daño a nadie y siempre se preocupó por ayudar a los demás, además, de practicar varios deportes, entre ellos, el fútbol", expresó.

COMPROMISO. Tras esperar alrededor de 40 minutos, los familiares lograron hablar con el jefe de dicha comisaría, quien se comprometió a poner énfasis en el caso y dar con los responsables del ataque. "Comprendemos el dolor de todos ustedes, y créanme que estamos trabajando y lo seguiremos haciendo para lograr su captura, pero también es necesaria su colaboración", manifestó Huver Alva, haciendo alusión a la defensa que realizan algunos vecinos del lugar a los delincuentes.

Cabe mencionar que, luego de acabar su reunión de estudios, la víctima acompañó a sus amigos a tomar sus movilidades que los llevaría a sus domicilios. Sin embargo, a pocas cuadras de su hogar, a la altura de la pollería Brisa Dorada, una banda los interceptó y con armas en mano los obligaron a entregar la motocicleta que conducía Jamer Castillo. La víctima se enfrentó a los facinerosos y en todo momento se resistió a perder el vehículo que con tanto cariño le habían regalado sus padres.

Su desafiante actitud fue respondida con dos impactos de bala en el cuerpo que lo dejaron gravemente herido ante la atónita mirada de sus compañeros, quienes lo condujeron de inmediato a una clínica particular, pero lamentablemente Jamer dejó de existir.