La aparición de un decreto supremo en El Peruano precedía ayer una gigantesca operación militar-policial, nunca antes realizada en el país, y compuesta por más de mil agentes, que tenía como misión inmovilizar, destruir, y demoler las dragas (hidráulicas) informales que extraen oro en Madre de Dios. Esta ilegal actividad deja 50 millones de soles en pérdidas al Estado, pero genera a los infractores más de 800 millones de dólares en ganancias.
En la operación participaron los ministros del Ambiente, Antonio Brack; de Defensa, Jaime Thorne; y del Interior, Miguel Hidalgo y 12 fiscales. Todo comenzó a las 10.00 horas. Con apoyo de tres helicópteros, dos aviones y lanchas rápidas, 350 militares y 600 policías iniciaron el recorrido por el río Inambari.
Ellos eran comandados por personal de la Dirección General de Capitanías y Guardacostas del Perú (Dicapi) de la Marina de Guerra, que ya tenían 12 puntos ubicados en un área superior a los 250 kilómetros del citado río.
Con la presencia de 12 fiscales intervinieron hasta horas de la tarde un total de 13 dragas, de las cuales siete ya habían sido destruídas. Sin embargo, las operaciones continuaban.
RENTABLE. El ministro Antonio Brack informó sobre las pérdidas que genera este ilícito negocio a nuestro país. Según dijo, "se extrae entre 16 y 18 toneladas de oro al año por un valor de cerca de 800 millones de dólares, que no paga impuestos".
Explicó que si esta actividad pagase los impuestos correspondientes, Madre de Dios "podría recibir más de 50 millones de soles al año por concepto de canon".
Aclaró que esta ilícita actividad también genera esclavitud, contaminación por mercurio y hasta explotación sexual.
Respecto a la eliminación de fuentes de trabajo, informó que se habla de un máximo de 500 trabajadores.
En Madre de Dios operan 300 artefactos, 12 de los cuales son dragas grandes o hidráulicas. Cada una está valorizada en unos 250 mil dólares.
Este operativo, multisectorial y planificado, continuará durante todo el mes con la meta de destruir éstos artefactos utilizados para la minería informal, ubicados a lo largo de los 350 kilómetros del río Inambari.
Plantean censo minero
"Nadie quiere males para nuestra Amazonía. Le pedimos tres meses (al gobierno) para adoptar medidas claras y contundentes", solicitó el presidente regional, José Aguirre Pastor, quien dijo que detrás de la minería informal opera "gente poderosa". Planteó, además, realizar un censo para determinar el número real de mineros informales. Dijo que, si bien no apoya a la minería informal, "lo que quiero evitar son levantamientos sociales en mi región, como ha sucedido en anteriores oportunidades".
NO TE PIERDAS