Greenpeace: Grave daño a Líneas de Nazca merece la cárcel
Greenpeace: Grave daño a Líneas de Nazca merece la cárcel

Inefable mensaje. “¡Tiempo de cambio! El futuro es renovable”, decían en inglés las enormes letras desplegadas en una zona considerada intangible y Patrimonio Cultural de la Humanidad, justo al lado del “colibrí”, una de las imágenes más emblemáticas de las Líneas de Nazca, en Ica.Ante este grave atentado, la fiscal de prevención del delito de Nazca, Patricia Begazo, solicitó una pena de seis años de cárcel para los activistas de Greenpeace causantes del daño.También confirmó que algunos de los activistas que afectaron las Líneas de Nazca ya fueron identificados por la Policía.

“El daño es mayor. Las penas son únicas por el delito. Han atentado contra el patrimonio cultural, en este caso monumento arqueológico, y la pena es de seis años”, señaló Begazo.

El pasado 10 de diciembre, un grupo de activistas de la ONG ambientalista Greenpeace realizó una protesta en el sitio arqueológico correspondiente a las Líneas de Nazca.

Greenpeace ingresó en la zona de las pampas de Palpa, Nazca y Jumana, donde desplegó un mensaje a propósito de la COP 20 y cometió una infracción a sabiendas. Los activistas entraron en una zona intangible y no tenían autorización para hacerlo.

SANCIÓN. Al respecto, la cámara nacional de turismo (Canatur) condenó los daños producidos por  en su intervención en las líneas de nazca y rechazó la actitud asumida por la organización ambientalista al no reconocer los perjuicios irreparables ocasionados a nuestro patrimonio.

Jorge Jochamowitz, presidente de Canatur, afirmó que los arqueólogos e investigadores que llegaron a la zona afectada han podido corroborar los daños causados por los activistas de Greenpeace y la destrucción en el entorno del “colibrí”.

Respecto a las disculpas ofrecidas por la ONG, alegó que resultan insuficientes, ya que no reflejan ningún reconocimiento de los daños ocasionados.

Añadió que la multa para la ONG debería ser significativa tras la indignación que ha generado entre profesionales e instituciones que defienden el medio ambiente. “Habría que ver los daños. Podríamos estar hablando de 100 o 200 millones de dólares”, precisó.