Huancayo: En su día, 246 niños y niñas dejan juguetes y se ponen a trabajar

“Ellos son el futuro del Perú, tenemos que cuidar a nuestros niños”, dijo el presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski al celebrarse ayer el Día del Niño, pero la realidad que viven los infantes es muy difícil. En Huancayo muchos de ellos no saben de celebraciones y ayer pasaron el día trabajando en las calles.

Los hermanos Lauro (10), Valerio (12) y Judtih (15) son pequeños adultos. Ellos siempre están venden algo en la calle. Andan recorriendo plazas, bares y hasta fiestas patronales ofertando golosinas. Es común encontrarlos hasta la una de la madrugada expendiendo los dulces que les permite subsistir.

Hayde es la madre de los pequeños, la mujer trabaja en la chacra y ella es todo en la vida de estos esforzados hermanos. En su hogar a diario hay muchas necesidades que cubrir como la alimentación, pagar los servicios y por eso ellos tienen que contribuir con su esfuerzo para forjar su propio bienestar.

SENSIBILIZAN. La coordinadora del programa Yachay, Pilar Miranda Huamaní manifestó que el Gobierno busca rescatar a los niños del trabajo infantil, pero el problema es que muchos padres se han hecho dependientes de sus propios hijos.

La mayoría de menores que laboran proceden de hogares disfuncionales, es decir no viven con papá y mamá o solo tienen a uno de ellos. Asimismo tienen muchos hermanos y esa situación genera aún más la necesidad de trabajar. En Huancayo se han identificado a 246 niños, niñas y adolescentes que trabajan. Los pequeños venden dulces, son ayudantes de comerciantes en los mercados, cobran pasaje en las combis y buses, venden productos perecibles (frutas, verduras) reciclan y trabajan como obreros en las ladrilleras.

RIESGOS. Cuando están en las calles los menores se exponen a muchos peligros como ser víctimas de los tratantes de personas, son explotados y padecen de múltiples enfermedades. El programa Yachay busca rescatar a los niños del trabajo infantil en muchos casos se ha podido lograr, pero mucho depende de que los padres entiendan, que sus hijos no deben trabajar. Por ejemplo David es un niño que desde los 8 años siempre trabajo como reciclador. Ahora a los 14 años recién dejo la actividad, y solo sale los fines de semana a ayudar a su madre.

PROBLEMAS. En la escuela, David muchas veces reprobó y estuvo por dejar sus estudios, pero gracias a los educadores de calle logró encaminarse, ahora desempeña el cargo de Defensor Escolar y conversa con otros chicos de su edad, sobre los riesgos del trabajo infantil.