GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

El inicio temprano de consumo de sustancias alucinógenas es la puerta grande al desarrollo de una adicción que puede terminar en tragedia, es por ello que el entorno familiar juega un rol importante para identificar y reportar. ¿Pero qué sucede cuando un menor de 13 años no tiene a nadie en el mundo y camina solo a la deriva y en ese trayecto tropieza con personas que consumen droga y es arrastrado a ese vicio?.

Es la historia de un niño a quien llamaremos "Carlitos", quien huyó de la casa de sus abuelos porque era maltratado física y psicológicamente. Llegó a la ciudad de Huánuco, donde no conocía a nadie y entonces buscó la manera de sobrevivir pidiendo limosna. Y en ese caminar conoció a personas sumergidas en la adicción de consumo de drogas, alcohol, tabaco, etc, convirtiéndose así en una víctima más de este mal que avanza silenciosamente.

En dos oportunidades que Serenazgo y la Policía lo encontraron durmiendo en la vereda tras inhalar terokal fue llevado a la comisaría, luego a un albergue, pero debido que ya es dependiente del alucinógeno, "Carlitos" huye para volver a las calles y continuar en lo mismo.

Hoy nuevamente el menor fue visto caminando sin rumbo y con los ojos desorbitados pero con muchas ansias de encontrar terokal llamado también droga de los adolescentes, para aspirar y así aislarse en su mundo.

Ojalá las autoridades del sector salud, Ministerio Público, Policía Nacional, Poder Judicial, etc. puedan hacer algo por "Carlitos", quien camina solo en medio de miradas de lástima, desprecio e indiferencia de autoridades y transeúntes.