En peligrosa y a la vez espectacular persecución, tres patrulleros de la Policía de Carreteras (POLCAR) de Cusco, interceptaron la madrugada de ayer la camioneta con panel de lunas polarizadas, gris oscuro, de placa de rodaje QO-1665 marca Hyundai del año, que transportaba presunta mercadería de contrabando valuada en 80 mil 420 nuevos soles.
Los efectivos no perdieron de vista a la combi, al sospechar que el conductor, cual ingeniero con casco blanco y sus ocupantes cual constructores de vía con chalecos naranja-fosforecentes, pasaban raudamente por el distrito de Combapata de la vía Sicuani-Cusco con dirección a la ciudad imperial.
TENAZ PERSECUCIÓN. Pese a las señales de ¡Pare!, el vehículo no se detuvo e imprimió mayor velocidad. La desobediencia obligó a mantenerse en alerta a los patrulleros CO-1264, CO-1262 y JC-2404 los cuales al intentar detenerlo fueron burlados en el desvío Huambutio-Cusco, Huambutio-Pisaq.
Ante esta nueva huida, la policía comenzó a peinar el distrito de San Salvador, logrando en una de las arterias del distrito de San Salvador, la ubicación de la unidad e identificación del chofer como, Marcelino Aguilar Mollinedo.
A la acción de madrugada llegaron representantes de Aduanas Cusco, para la supervisión de la unidad, disponiendo su traslado a los almacenes del Parque industrial en Wanchaq.
AL DESCARGAR. Una decena de cajas, en las que fueron perfectamente acondicionados pares de zapatillas y otras 25 cajas con 600 unidades de CD y DVD, fueron conducidos uno a uno a los almacenes de Aduanas, pese a que el conductor contaba con documentos y guías de remisión del cargamento de la distribuidora Sonali I.E.R.L. procedente del país de Bolivia. La situación obligó a solicitar la presencia de representantes del Ministerio Público de la Fiscalía Mixta de Wanchaq. Se presume que en el documento habría una cierta cantidad de los productos, más no el número exacto.
LA POLICÍA. El suboficial de grado Superior, Mario Yáñez Apaza, que fue burlado por los presuntos contrabandistas, manifestó que dos agentes salvaron de ser atropellados por la combi, en el intento de detenerlo. "Si no tenían nada de malo o dicen que están en regla, por qué escapan de la policía, haciéndose pasar de ejecutores de vías (...) Todo hace indicar que lo que trasladaban no es legal", decía el efectivo.
EL CHOFER. Aguilar Mollinedo, un tanto molesto y preocupado por el destino de su mercadería, no supo explicar por qué fugó, y dijo: "Es que la policía pide mucho", dejando entrever posibles coimas. "Yo tengo todo en línea, y mi producto no es para Cusco, es para las provincias", refirió.
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